Esta fotografía del tranvía de la línea de El Musel, uno de los más frecuentados por este Lazarillo cuando iba pescar de chaval al puerto exterior, data de finales de los años cincuenta. En el momento de la instantánea, el tranvía circula por los Jardines de la Reina, lugar desde el que se iniciaba el trayecto, que creo rondaba la media hora de duración. Los tranvías comenzaron a circular en España en 1871, con tracción a sangre, para pasar ocho años después a tracción a vapor. En 1899 empezaron a transitar los primeros tranvías eléctricos. En la década de los sesenta y setenta se fueron suprimiendo las líneas de tranvía en nuestra ciudades. En el caso de Gijón, los últimos tranvías circularon en 1964. Fue a partir de la década de los noventa cuando la ciudad de Valencia recuperó el tranvía en 1994 y, posteriormente, Zaragoza, Vitoria, Tenerife, Bilbao, Barcelona, Cádiz, Alicante, Murcia...No es el caso de la villa asturiana, a pesar de que está demostrada la eficacia de este medio de transporte para descongestionar el tránsito excesivo de vehículos. Ha sido ver esta imagen y lamentar que Gijón no sea una de las ciudades en donde circulan con buen número de viajeros los tranvías, conectando la áreas urbanas e interurbanas. Dado el gran crecimiento de localidad asturiana desde que dejó de transitar por la línea de El Llano el último tranvía, es muy probable que fuera muy bien acogido su retorno, tanto por la ciudadanía residente como por la visitante. Todo cuanto se haga en pro de una atmósfera más limpia sería de considerar en aquella villa. Cada vez está más sucia.
DdA, XIX/5.432
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