Lazarillo
Ayer por la noche, en el debate a siete que se celebró en La Uno de la televisión pública, quedó claro que la derecha y la extrema derecha no tienen diferencias y comparten objetivos comunes. Esos objetivos hasta ahora, en aquellos lugares donde gobiernan, se pliegan a los postulados reaccionarios de Vox, con censuras de espectáculos incluidas. Las intervenciones del portavoz de este partido no sorprendieron por sus dislates y xenofobia, sin que en ningún momento la señora Gamarra disintiera de las mismas, aunque solo fuera para marcar alguna diferencia. Estuvo en su papel López, el representante del PSOE, más contundente y mejor que su jefe en responder a la oposición. No me parecieron muy inspiradas las intervenciones de Gabriel Rufián, si bien es de agradecer que calificara a Espinosa según se expresó éste. Sí estuvo acertado el portavoz de Euskalerria Bildu, conciso y muy claro en los objetivos de su coalición, así como en sus valoraciones del gobierno de coalición. Tampoco el portavoz del PNV destacó por lo que dijo, repitiendo en varias ocasiones que no van a ser muleta de nadie. En cuanto a la representante de Sumar, diputada durante esta pasada legislatura de Unidas Podemos, no creo que su voz haya servido de mucho al movimiento que lidera Yolanda Díaz. Es más, recordando el papel jugado en los debates por Pablo Iglesias, cuya capacidad dialéctica e inteligencia expositiva -unidas a una oratoria seductora en pro de una mensaje transformador- eran incuestionables, mucho me temo que el debate a siete haya servido para que Sumar saliera del mismo restando, a la espera de lo que haga su lideresa en el próximo debate a tres, que Feijóo pagará caro por negarse a estar presente.
@Buen formato el planteado por InfoLibre entrevistando a la candidata Yolanda Díaz de modo colectivo por parte de toda la redacción del periódico:
DdA, XIX/5.394
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