Iván Redondo
Este hilo (rojo) no se empezó a tejer ayer. A veces se ha tejido bajo un
sol radiante, otras bajo una noche sin luna (roja). A veces ese hilo ha sido
democrático, rebelde, republicano, otras se ha enfrentado al fascismo. Es el
hilo de los comuneros de Castilla que se rebelaron para exigir que la tierra
volviera al común. El de los irmandiños en Galicia cuando el pueblo se levantó
frente a los abusos de la nobleza; el que tejió el pueblo de Madrid el Dos de
Mayo; el del movimiento obrero que organizó la huelga de La Canadiense
paralizando la industria catalana. Es el hilo que trajo en las urnas la Segunda
República; el de lo extremeños que ocuparon pacíficamente las fincas en 1936;
el de los españoles que entregaron su vida por la democracia, en Euskadi, Navarra,
Andalucía, toda España; el de los fusilados y tirados en las cunetas; el de las
mujeres que violaron y a las que raparon la cabeza. El de los poetas Lorca,
Machado, Miguel Hernández, que nos recuerdan que vale más una gota de valentía
que un océano cobarde.
Esta introducción es –anoten– la base del mejor discurso de Ione Belarra , secretaria general de Podemos, hasta la fecha (15/IV/23). Podrían firmarlo palabra por palabra Pedro Sánchez o Yolanda Díaz . Y es que el ruido no debería impedirles ver la señal. Belarra está en clara progresión como una de las políticas que más han crecido esta legislatura. Se ha hablado mucho de lo de la vicepresidenta como primera mujer presidenta, pero muy poco de lo de Ione (quien custodia el motor Podemos). Las bases moradas que idearon su complementariedad sabían lo que hacían y acertaron. A la vista está.
Díaz y Belarra es una pareja que puede funcionar. La palabra tándem aquí
está plenamente justificada. Y este pasado viernes ha ocurrido lo que tenía que
pasar: Yolanda Díaz hará campaña por Podemos el 28-M. Quien quiso dirigir la
“operación desborde” y eliminar a los morados fracasó. Falló en su análisis. El
miedo cambió de bando. Podemos es Gobierno y el socio del PSOE. Y aunque está
todavía en transición y con mensajes accidentados, en realidad, como en el
judo, sus detractores les han regalado una campaña romana: vida o muerte el
28-M. Atraparon ese pájaro al vuelo. Y hoy Héctor Illueca en
la Comunidad Valenciana y Alejandra Jacinto en Madrid tendrían
representación. Y ojo, es muy probable que Irene de Miguel ,
un diamante en bruto, sea la próxima vicepresidenta de la Junta extremeña en la
primera coalición progresista junto a Guillermo Fernández Vara .
Esa sí que es la sonrisa del destino. Y una campaña más fácil de evaluar. Ante
el plebiscito, si el Coliseo dice vida, ya has ganado.
Pero nada estará asegurado hasta el recuento. De momento, hay ocho penaltis
este 28-M: gobiernos a un concejal o un escaño. Y la participación final lo
decidirá todo. En capitales: Sevilla (lo tiran los rojos, dentro), València
(azules, dentro), Barcelona (rojos, dentro), Las Palmas (ojo, Carolina
Darias , porque el balón está en las nubes). Y en autonómicas: Aragón
(rojos, dentro), Extremadura (rojos, dentro), Castilla-La Mancha (sin presencia
de Podemos, el balón está en la grada) y Comunidad Valenciana (azules, dentro.
Sí, azules, ganar el Ayuntamiento es vencer en el 16% del censo). La derecha
tiene sed de urnas con una movilización de generales. La izquierda, no, con
fidelidades del 65%. La entrada o no de Podemos no influye en esta
megatendencia.
En el 2016, Podemos se debatía entre ser más Bruce Springsteen y menos
Coldplay. Manteniendo un lenguaje diferente, politizando el dolor. Para
nosotros siempre sonaron a las hermanas madrileñas Dover: El diablo
viene a mí . Y a ese estribillo: “Mentí, mentí por ti”, el mayor éxito
de la historia de la música independiente, sin redes sociales, solo boca a
boca. Fue mainstream , al igual que Podemos.
Para lo de Ione, como ven, que es lo de Podemos, no he tenido que citar en
todo el artículo a Pablo Iglesias ni tampoco hacer preguntas sobre él. Lo de
Belarra no se empezó a tejer ayer como tantas otras historias. Es esa gota que
vale más por su valentía que un océano cobarde. ¿Sustituir a Pablo? Lo más
inteligente era no reemplazarlo. Así lo hizo siendo otra. Como lo de Sumar con
motor Podemos. ¿Lo más inteligente? Era incluirlos. Lo de Ione es como lo de
Yolanda, el hilo rojo otra vez. Sin añorar, como escribió Joaquín Sabina, lo
que jamás se vivió porque nunca hay nada peor.
La Vanguardia DdA, XIX/5.345
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