viernes, 28 de abril de 2023

MUERTE DE UNA YEGUA ENFERMA Y DESHIDRATADA EN LA FERIA DE ABRIL

 


Lazarillo

Últimamente, por razones que no vienen al caso, estoy teniendo una cierta relación con los caballos que pastan en las praderas montañesas. También, gracias a una excelente serie inglesa muy recomendable que se titula Todas las criaturas grandes y pequeñas (All Creatures Great and Small), estoy especialmente sensibilizado con el mundo animal, algo a lo que este Lazarillo nunca fue ajeno desde niño. Por eso, me ha impresionado especialmente la muerte de una yegua en el Paseo de Colón de Sevilla, cuya propietaria ha sido denunciada por haber empleado al animal como pareja de tiro de un coche de caballos sabiendo que estaba enfermo. La yegua sufría piroplasmosis equina y su estado febril se agravó durante la cálida jornada de ayer por deshidratación, según los análisis de la necropsia correspondiente. Es de esperar que con la nueva Ley de Protección Animal penalice a su propietaria. La Policía Local de Sevilla abrió para ello las correspondientes diligencias. Hechos como este ocurren todos los años durante la festiva y glamurosa Feria de Abril, con ley o sin ley, porque este es un país cerrilmente atrasado en el trato y respeto debido a los animales. Mientras sea así, parece aventurado pedirle sensibilidad e inteligencia para otros ámbitos la vida cotidiana. Ayer leíamos en El Mundo Today (La actualidad del mañana) que un equipo de científicos había logrado crear una máquina del tiempo para enviar a los toreros a su época. Ojalá sea un éxito.

   DdA, XIX/5.437   

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