martes, 28 de febrero de 2023

SIN PERIODISMO (SIN SEYMOUR HERSH) NO HAY DEMOCRACIA


Al final del artículo, mi estimado Vicente Bernaldo de Quirós sostiene que el periodista norteamericano Seymour Hersh, cuya excelente reputación viene soportando críticas infundadas por muchos de los medios de comunicación a raíz de denunciar que Estados Unidos atentó con la colaboración de Noruega con el gaseoducto Nord Strean, debería ser candidato al Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. Como este Lazarillo no percibe en esa sugerencia ironía alguna por parte de mi paisano Vicente, me parece que no está de más decir que si algunas posibilidades tenía Hersh de recibir un premio del que ya era merecedor en razón a su brillante y dilatado currículum profesional, creo que con sus artículos sobre Nord Stream se ha cerrado todo posibilidad de viajar a Oviedo para ser galardonado en el Teatro Campoamor. Sí seguirá siendo, por supuesto, un magnífico ejemplo para generaciones de periodistas posteriores a la suya. Conviene recordar en este punto, por formar parte de una de esas generaciones, a Pablo González, el periodista español González acusado de un delito de espionaje que lleva ya un año encarcelado en una prisión polaca y en régimen de aislamiento a los largo de 23 horas diarias. Su abogado lamenta el papel del gobierno más progresista de la reciente historia de España en este lamentable caso: "Parte del problema -ha dicho Gonzalo Boye- surge del propio CNI. Los primeros que tiran la piedra contra Pablo son ellos". 

Vicente Bernaldo de Quirós

La censura férrea contra toda aquella información sobre la guerra de Ucrania o algunos de sus aspectos más destacados es todavía más intensa de lo que muchos nos imaginamos y pretende hacernos creer algo distinto a lo que sucede en el campo de batalla o en el terreno diplomático sobre quien es el que está ganando la guerra. No solo es la prohibición en muchos países de Europa de la visión del canal Russia Today, como si tapar una fuente de información cambiara el curso del conflicto, aunque la emisora de Moscú, al igual que en su día La Pirenaica, que también estaba censurada en España, puede verse en diversos dispositivos para aquellos que quieren saber qué es lo que está pasando.

Ahora, un periodista estadounidense, Seymour Hersh, que fue ganador del premio Pulitzer en 1970 por desvelar la matanza vietnamita en My Lay, acaba de descubrir que la voladura del oleoducto Nord Streeam 2 fue obra de mercenarios noruegos y estadounidenses a las órdenes del Pentágono. La reacción de los medios militares occidentales es la de negar la mayor y desviar hacia Rusia las sospechas del atentado. Hoy mismo, el diario El País lanzaba una invectiva sobre el Kremlin en este sentido y solo de pasada mencionaba las acusaciones de Hersh.

Estados Unidos siempre tuvo en el punto de mira el oleoducto que transportaba gas desde la mismísima Rusia hacia Alermania abaratando el precio del combustible y drejando a las compañías gasísticas norteamericanas en un palmo de narices porque querían o bien vender su energía por barco o hacer quer el gasoducto pasara por Ucrania, con el objeto de bloquearlo cuando conveniera a sus intereses, dada la buena relación de Washington con el régimen ultraderechista de Kiev.

Tras la voladura del gasoducto, Estados Unidos ha logrado su propósito y vende gas a Alemania a precios estratosféricos, con el fin de no quedarse sin combustible. Con razón Ángela Merkel defendía a capa y espada Nord Stream 2, mientras que su sucesor, el socialdemócrata Olaf Scholtz, es un títere de los poderes fácticos de la UE y está en manos de Los Verdes que, contrariamente a lo que podría creerse son más belicosos que nadie en Alemania desde que su viejo líder Joschka Fischer, que fue ministro de Asuntos Exteriores cuando la guerra de los Balcanes, descubrió el erotismo de los bombardeos.

Seymour Hersh, que ya sobrepasa los ochenta años, no solo fue el descubridor de las matanzas de My Lay por los aliados de USA y esta exclusiva sobre los terroristas del Nord Stream 2, sino que también escrirbió un artículo sobre las mentiras quer nos contaron cuando un comando norteamericano asesinó a Osama Bin Laden y demostró las torturas, violaciones de derechos humanos y crímenes contra iraquíes en las cárcel de Abu Ghraib, que desataron un escándalo internacional.El prestigio de este periodista de Illinois es extraordinario en el ámbito periodístico y sus crónicas revelan claramente su posición de martillo de mentirosos y políticos demasiado belicosos. Obviamente no tiene nada que ver con Eduardo Inda.

Los artículos de Hersh ponen de relieve que sin periodismo no hay democracia y con la censura para acallar las voces críticas, tampoco. Es un magnífico ejemplo para las generaciones posteriores a la suya y un magnífico candidato al premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.

     DdA, XIX/5.386     

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