Lazarillo
Para los que gozan visualmente del firmamento, esta fotografía de Rubén Vela merecerá como para este Lazarillo la máxima admiración. Captada en el Parque Nacional de los Picos de Europa, fue preciso que su autor ascendiera más de 1.800 metros, después de subir en el teleférico de Fuente Dé e instalar su tienda de campaña en las inmediaciones del Mirador del Cable. Allí pasó Vela la noche, con temperaturas que alcanzaron los 11 grados bajo cero y un viento que hacía aún más fría la sensación térmica. El resultado fue esta impresionante Vía Láctea coronando con su impresionante trazado de luz Peña Remoña, según difunde hoy el Diario de Valderrueda. Nuestra enhorabuena a Rubén Vela por compartir la imagen de la intensa vivencia que habrá experimentado. Debería compartirla con el alumnado de los centros de enseñanza para abrirlo a las extraordinarias sensaciones que otorga la visión y lectura del firmamento, máxime cuando cada vez estamos más lejos de admirar las estrellas como consecuencia de la creciente contaminación lumínica en las ciudades. Un tercio de la humanidad y un 60 por ciento de los europeos no ha visto jamás la Vía Láctea.
DdA, XIX/5.365
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