miércoles, 25 de enero de 2023

TANQUES ALEMANES EN UCRANIA: UN PELIGRO NUCLEAR NO VISTO DESDE LA GUERRA FRÍA


Pablo Elorduy

Cuando se cumplen once meses del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, los gobiernos alemán y estadounidense han tomado una decisión que aumenta los decibelios de la guerra que libran soldados ucranianos y rusos. La presión internacional ha hecho cambiar de idea al canciller alemán, Olaf Scholz. Ayer, 24 de enero, la prensa alemana publicaba que su Gobierno autorizaría la exportación de tanques Leopard 2 a Ucrania, medida que incluye también el visto bueno al traslado de estos tanques por parte de terceros países.

Polonia y Noruega ya habían avanzado su intención de dirigir remesas de estos carros blindados a los campos de batalla del este. El periódico El País publica esta mañana que el Gobierno español ya contempla la posibilidad de enviar algunos de sus Leopard —las fuerzas armadas cuentan con 347— al campo de batalla.

Scholz comparecerá hoy miércoles para explicar un giro que modifica la decisión defendida el viernes en una reunión de alto nivel en Ramstein del Grupo de Contacto sobre Ucrania, formado por 50 responsables de Defensa europeos y el estadounidense, en la que intervino a través de videoconferencia el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, quien pidió a sus aliados sistemas de defensa antiaérea y artillería además de los tanques.

Hoy, 25 de enero, el Pentágono anunciará asimismo el envío de 30 tanques M1 Abrams. Tanto Alemania como EE UU siguen así la estela de Reino Unido, que a mediados de enero confirmó el envío de 14 de sus vehículos blindados Challenger II. La estrella de los “regalos” sin embargo es el modelo Leopard 2, por la simple razón de que estos tanques ya se encuentran en suelo europeo, en algunos casos a escasos cientos de kilómetros del frente. Alemania se plantea el envío de al menos una compañía de tanques, constituida por 14 carros. El martes, además, el gobierno polaco confirmó que Berlín da el visto bueno a la reexportación de tanques que había solicitado el Ejecutivo de Mateusz Morawiecki.

Se trata de una decisión que tanto Estados Unidos como Alemania se habían resistido a tomar —a pesar de las exigencias de Zelensky— en la conciencia de que la provisión de tanques es un salto de escala. Así lo ha entendido el Kremlin, que a través de su embajador en Estados Unidos ha calificado el envío como una “provocación escandalosa”. Anatoly Antonov considera que esta decisión muestra la consecución de un plan “de larga data” que involucra a las potencias euroatlánticas en una “proxy war” o guerra subsidiaria que se complica a medida que pasan los meses. Los tanques “serán destruidos”, ha declarado Antonov.

Por su parte, el Departamento de Estado de la administración Biden confía en que los tanques —que requerirán técnicos militares para su utilización— sirva al ejército ucraniano para contrarrestar los avances rusos en Kherson e incluso retomar los territorios que desde 2014 están bajo control ruso, en Crimea y el Donbass. La propaganda ucraniana ha relacionado el envío de esas armas con un posible avance de sus tropas sobre Bakhmut, en el óblast de Donetsk.

Al mismo tiempo que Alemania daba su plácet para el envío de tanques, el Boletín de los Científicos Atómicos, con sede en Estados Unidos actualizaba cada año su “reloj de la medianoche”. Esta medición simbólica calcula el tiempo que falta para el holocausto nuclear. Como recuerda este gabinete de expertos, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ya ha advertido de que el mundo ha entrado en “una época de peligro nuclear no vista desde el apogeo de la Guerra Fría” como consecuencia de la guerra de Ucrania.

El Salto  DdA, XIX/5.358

No hay comentarios:

Publicar un comentario