Félix Población
Coincido en buena medida con la opinión vertida por el periodista Javier Aroca, que tuvo a bien salirse de tertuliano de La Sexta a raíz del FerrerasGate -algo que no hicieron otros de sus colegas progresistas-, respecto a la indefinición unitaria del proyecto político encabezado por la vicepresidenta segunda del Gobierno bajo el infinito Sumar. ¿Sumar qué y cuándo?
Si con tal nombre se ha pretendido responder a la necesidad incuestionable de que la izquierda a la izquierda del Partido Socialista se una ante las urnas, no se puede entender que a estas alturas sigamos sin conocer si eso va a ser o no ser posible, teniendo en cuenta que solo esa es la alternativa sensata, de la mano de Podemos e Izquierda Unida (Unidas Podemos). Desde el partido morado se viene instando a Yolanda Díaz a que trace de una vez su dirección en ese sentido, sin que haya hasta la fecha compromiso alguno con esa iniciativa por parte de izquierda Unida.
Mientras eso no sea realidad, la derecha extrema mediática no va a cesar en la estrategia que hace unos días mostraba el diario El Mundo en su portada con el titular de una encuesta cocinada y favorable a la desunión. Titulares, tertulianos, columnistas y opinadores en general, tanto desde la derecha como desde algún sector de la progresía mediática, no van a cesar en hacernos creer creer esta falacia: que "el electorado empuja a Yolanda Díaz a presentarse sin Podemos".
Pocos parece reparar tanto en Sumar como en Izquierda Unida, mientras la vicepresidenta segunda del Gobierno espera no se sabe qué y desespera a la mayoría de ese electorado a la izquierda del PSOE, que Pedro Sánchez ya adelantó las elecciones generales en 2019, anteponiéndolas a las municipales y autonómicas, algo que podría repetirse este año. Sobre todo si desde su asesoría le indican que una convocatoria adelantada podría pillar a la izquierda del PSOE con el pie cambiado, esto es, tal como está hasta ahora.
De ser así, sería deseable que a la izquierda del PSOE no se reprodujera la lamentable e impostada unidad contra reloj que castigaron la urnas en las pasadas elecciones autonómicas andaluzas.
DdA, XIX/5.346
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