lunes, 14 de noviembre de 2022

GORRIONES ALPINOS EN SOMIEDO

 


Lazarillo

Una mañana de hace muchos años, cuando este Lazarillo se enamoró de las montañas en el Pirineo de Lérida, tuve ocasión de verlos después de una alta andadura que acabó en tormenta al regreso. Ese viaje también me sirvió para observar a los pájaros y empezar a distinguirlos por sus características. Eran también dos, como los que Garzía Jorgín fotografió un verano de hace dos años en Veiga de Camayor, Somiedo, Asturias, a unos 1.800 metros de altitud. Ignoraba que también el gorrión alpino está en peligro de extinción, como lo empieza a estar el gorrión común, con el que tuve una grata relación hace también muchos años en el Parque del Retiro madrileño, dándole de comer de mi mano. Desconozco si sigue habiendo en ese parque paseantes que sigan con esta costumbre y si, como entonces, se siguen arremolinando tantos gorriones al pie de los bancos. También el calentamiento global, nos dice Garzía, está afectando a los gorriones alpinos de nuestras cumbres, altos de vuelo y hábitat. La creciente temperatura del planeta obliga a estos pájaros a subir cada vez más arriba. Puede que sea Asturias una de las primeras regiones de este país en las que dejen de vivir. Todavía permanecen en el núcleo Ubiñas-Somiedo, según Jorgín, pero han desaparecido ya del sector  Ayer-Caso-Ponga. Quienes aman los pájaros y tienen conocimiento de estas cosas deberían dejarse oír a gritos, porque ¡ay de nosotros si alguna vez se queda en silencio el aire y nos quedamos también sin los surcos de su vuelo!

DdA, XVIII/5.307

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