Félix Población
La demoscopia, como suele ocurrir, trabajó en Brasil a favor de las derechas. Leo en este sentido un comentario en un periódico brasileño que me parece del todo pertinente. Lo peor es creerse las encuestas, como parece que había ocurrido en el caso de Lula y su partido. Se llegó a decir algo que nunca ocurrió las veces en que Lula da Silva venció en Brasil: que podría hacerlo sin necesidad de una segunda vuelta. Ante las urnas siempre hay un número importante de indecisos que pueden ser medrosos ante la posibilidad de un triunfo de la izquierda tan rotundo. Puede que entre ellos haya muchos que al final no hayan acudido a votar, cambien en última instancia su voto o lo hagan en blanco. Así podría explicarse el resultado de los importantes comicios celebrados ayer en Brasil: Bolsonaro obtuvo más votos de los esperados y Lula menos. La segunda vuelta se hace otra vez necesaria y hay electores de centro o de derecha que podrían reforzar la alternativa reaccionaria que encabeza Bolsonaro. Personalmente, no obstante, no creo que este candidato venza al final. Desde la izquierda lo que debió fomentarse, a modo de réplica a esa demoscopia triunfalista, es la dificultad de la victoria en la primera vuelta, para que quizá así los indecisos votaran a Lula por temor a Bolsonaro y no al revés, como me parece que ha pasado. Las próximas semanas serán decisivas para la decantación del voto centrista. Las encuestas siempre estarán bajo sospecha.
LULA
Paco Faraldo
DdA, XVIII/5.278
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