sábado, 15 de octubre de 2022

LOS BRASILEÑOS TIENEN EN SUS MANOS EL FUTURO DEL PLANETA

 


En medio de lo que ya se considera una crisis civilizatoria global, y con relación a la segunda vuelta muy próxima de las elecciones en Brasil, que decidirán si la ciudadanía se decanta finalmente por un gobierno progresista o reaccionario en aquel gran país, bajo la jefatura de Lula Da Silva o Bolsonaro, a este Lazarillo le parece muy oportuno y nada exagerado el interesante artículo que firma hoy en InfoLibre el jurista Baltasar Garzón, y cuya lectura íntegra recomiendo. Lo fundamental del texto, titulado Brasil vota el futuro del planeta, queda expresado en este fragmento:

El sociólogo y filósofo Boaventura de Sousa Santos, lo expresaba muy bien días atrás: “Aunque a Brasil, por su enorme tamaño, le cuesta imaginar que algún país o movimiento extranjero pueda afectarlo decisivamente, lo cierto es que la extrema derecha global, que hoy tiene en Estados Unidos sus mayores recursos financieros y tecnológicos, ve en Bolsonaro un instrumento estratégico para mantener su visibilidad internacional y facilitar el regreso de Donald Trump. Para la extrema derecha mundial, la segunda vuelta de las elecciones brasileñas son las primarias de las elecciones estadounidenses de 2024. He llamado la atención sobre las actividades de Atlas Network, financiadas inicialmente por los hermanos Koch, magnates estadounidenses reaccionarios. Hoy cuenta con 500 instituciones asociadas en 100 países para promover su ideología ultraneoliberal. Fueron importantes en el reciente rechazo al proyecto constitucional de Chile que pretendía acabar con la Constitución del dictador Pinochet y están muy activos en Brasil…” 

Es que nos jugamos mucho. Los ciudadanos brasileños y todos nosotros. De esta próxima llamada a las urnas depende, entre otras cruciales consideraciones, el porvenir de la Amazonia, que será de destrucción si queda a cargo de la extrema derecha depredadora de Bolsonaro, o de recuperación si es la progresista visión de Lula la que, como Petro en Colombia, se compromete a proteger el pulmón del mundo. En tiempos en que el cambio climático es una evidencia que sobrecoge, el posible resultado de esta pugna presidencial lleva a que el planeta contenga la respiración.

En Brasil están en juego ahora no solo los derechos humanos de 214 millones de personas sino también el futuro de todos nosotros, amenazado por la intolerancia, el afán insaciable de beneficio, el desprecio a las libertades y la depredación suicida del medio ambiente. Por todo ello, creo que no exagero cuando digo que en Brasil se vota el futuro del planeta.

     DdA, XVIII/5.287    

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