Félix Población
No tengo ningún interés en saber la identidad de los seis talentos novilleros sevillanos, seis, que han decidido fugarse de este país, en el que la otrora llamada fiesta nacional sufre uno de sus más notables declives, con los aforos de las plazas cada vez más vacíos.
Es muy posible que al diario ABC de Sevilla le queden aún lectores y suscriptores que sí presten atención a la noticia y hasta que se sientan muy estimulados por la redacción del titular que ilustra este comentario, pero que a estas alturas del siglo en curso un periódico de este país tenga cuajo para encabezar una información así, nos retrotrae a los tiempos en los que se cerraban universidades y se abrían escuelas taurinas patrocinada por la monarquía absoluta del rey felón, aquel Fernando VII de ominosa memoria.
Mientras España y sus medios de comunicación deberían estar lamentando la emigración de sanitarios hacia otros países, o la de investigadores, músicos y otros profesionales que dejan atrás el nuestro para que su talento sea reconocido y valorado más allá de nuestras fronteras, un diario nacional tiene la desvergüenza de calificar como “talentos” a quienes se dedican a torturar y matar toros en un coso, haciendo de tal actividad un espectáculo.
¿Cuántos años han de transcurrir para que esa vergonzoso y cruel "tradición" se mantenga en la mayoría de las ciudades de España? Quizá haya que esperar a que las plazas taurinas se queden sin público y dejen de darse en el solar patrio talentos de torturadores como los que ahora se fugan o emigran a México.
Si eso llegara a ocurrir, será porque hasta ahora no hemos tenido Gobiernos capaces de acabar con esa lacra, exenta de la ley contra el maltrato animal recientemente aprobada por el ejecutivo más progresista de las últimas décadas, lo que no deja de ser también lamentable.
DdA, XVIII/5.294
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