miércoles, 21 de septiembre de 2022

PAGE, EL PAJE DE FEIJÓO

 El Page de Feijóo

Javier Lezaola

El PSOE refundado en 1974 en Suresnes es la columna vertebral del régimen del 78 y como tal se ha comportado desde la entrada en vigor de la Constitución de 1978 hasta la actualidad, primero erigiéndose en una de las dos grandes piezas del turnismo bipartidista que marcó el reinado de Juan Carlos I y después —tras el colapso del turnismo bipartidista en las generales de 2015 y sobre todo tras los resultados de las generales de noviembre de 2019, producto de la repetición de las de abril del mismo año— en el socio mayoritario del primer Gobierno de coalición de ámbito estatal de la historia del régimen, donde cada vez que puede hace de freno a las políticas progresistas que sus socios de izquierdas pretenden impulsar aunque no siempre lo logran.

Felipe González y Guerra, Chaves y Griñán o Bono e Ibarra ejemplifican bien la esencia de ese partido. También Emiliano García-Page (Toledo, 1968), secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, presidente de Castilla-La Mancha, afiliado a las juventudes del PSOE desde menor de edad y al propio partido desde que alcanzó la mayoría de edad y en la política institucional desde hace 35 años, cuando fue elegido concejal en Toledo. Corría el 10 de junio de 1987, Bono revalidaba su mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, González gobernaba España también con mayoría absoluta, Juan Carlos I disfrutaba del favor y del pacto de silencio de políticos y medios y faltaba apenas mes y medio para que los GAL mataran a García Goena en Hendaia.

Treintaicinco años y unos pocos meses después, el PSOE parece andar revuelto y parece andarlo por Page, que se escribe con ge aunque paje se escriba con jota. Aunque en realidad el partido refundado en 1974 en Suresnes lleva tiempo revuelto, básicamente porque no acaba de asumir que el turnismo bipartidista colapsó en las generales de 2015 y que las de noviembre de 2019 abocaron al partido liderado por Pedro Sánchez a algo que en el PSOE ni siquiera el propio Sánchez quería tener que hacer: firmar pactos de investidura y sobre todo de gobierno con la izquierda, algo inédito en el régimen. Establecer el pacto de gobierno con Unidas Podemos y los pactos de investidura con otras formaciones de izquierdas, como la catalana ERC y la vasca EH Bildu, que finalmente se vio impelido a firmar

Recomendamos seguir la lectura de este interesante artículo de mi estimado Javier Lezaola en La Última Hora (LÚH).

     DdA, XVIII/5.271     

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