Lazarillo
La instantánea fue tomada durante el funeral de la reina Isabel II, un espectáculo oprobioso impuesto mediáticamente a millones de espectadores, entre los que se cuenta el 25% de los británicos de convicciones republicanas (uno de cada cinco ciudadanos), que han tenido reina para dar y tomar durante casi dos semanas. El 33,8 por ciento de los ciudadanos del Reino Unido tiene una pensión mínima del Estado o recibe algún tipo de protección social. No es como para sentirse complacido con los fastos ostentosos exhibidos durante estos once días en lo que se le dio a la monarquía carácter divino como en la Edad Media. La reina consorte de España, país que accedió al funeral formando parte una partida doble de reyes, no puso esa tensa jeta porque la juntaran con su suegro y este no pudiera evitar en algún momento una risotada de las suyas, sino porque como bien dice mi estimado David M. Rivas en asturiano: Si dalgo ye pa valorar del intierru de Llondres ye lo bien qu'embalsamen los ingleses. Mantener la realeza en la Gran Bretaña le cuesta al erario público más de 330 millones de libras esterlinas al erario público. Añádase el desembolso cada vez que fallece un rey o reina y se montan espectáculos como el que acabó ayer, capaces de dar visibilidad a un sainete como el de la doble pareja de reyes patrios.
DdA, XVIII/5.271
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