Félix Maraña
Argentina padeció una dictadura criminal (1976-1983), que sembró de sangre y terror a un pueblo. Unos milicos dirigidos por el Pentágono aplastaron al poder democrático, aprovechando la debilidad de quien presidía la República, con los méritos de ser la viuda de Perón. Reiniciado el proceso democrático, Raúl Alfonsín presidía un país, en el que las Abuelas de Mayo clamaban por sus familias desaparecidas. Aún siguen en la lucha.
La débil democracia, amenazada por los militares, logró no obstante sentar en el banco de los acusados a las cúpulas militares criminales. Quien dirigió el proceso acusador fue el fiscal Strassera, un héroe, que al menos empapeló a algunos de aquellos militares, jugándose el pellejo.
Santiago Mitre ha traído a la pantalla grande del Festival Internacional de Cine de San Sebastián el proceso de aquel proceso, con la figura del fiscal, que encarna Ricardo Darín. Otra película reparadora. Excelente documento que retrata la dignidad de un fiscal reclamando la dignidad colectiva. Es una película con mucho humor, pero no es una película de humor. Es un cine político y civil, construido con una dinámica y estructura perfecta.
En la butaca contigua, Fernando Méndez Leite, recién nombrado presidente de la Academia, aplaudió con intensa emoción, como toda la sala. Tomen nota, "Argentina 1985".
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