MÚSICA PARA VILLALACRE, EN LA ESPAÑA VACIADA

Lazarillo

Tengo un muy grato recuerdo personal de esa zona. Gloso esta noticia para que la lea también Laura, que de seguro coincidirá con este Lazarillo. Una vez, hace muchos años, contemplamos la luna juntos con unos versos de Curros Enríquez. Fue en la pequeña localidad de Castrobarto, la mayor de la comarca de Las Merindades, en el norte de Burgos, donde un amigo inició su trabajo como médico rural. Ahora se publica en El Asombrario que en el Valle de Losa, dos jóvenes músicos han puesto en marcha el Proyecto Villalacre, nombre de un pueblo de cereales, patatas y girasoles, con solo 15 habitantes. Unai y Guillemo, piano y violín, quieren llevar la música a ese ámbito de la España vaciada. Tiene mucho interés lo que le cuentan a Rafa Ruiz de esta experiencia, que merecería por parte de la administración el respaldo que se debe a estos jóvenes músicos que un día tuvieron la idea de recuperar la vieja casa familiar de un pueblo con tan pocos vecinos para dar cauce cultural y social a tantos años de estudio en el Musikene de San Sebastián, el Centro Superior de Música de Euskadi. Se hace camino al andar.

Mi estimado amigo Luis Ramos de la Torre, poeta y cantautor, publica hoy en el diario La Opinión/El Correo de Zamora este interesante artículo que da pautas para la recuperación de los pequeños pueblos de la España vaciada a través de la cultura. La iniciativa no es nueva. Ya se pretendió durante la segunda República: las Misiones Pedagógicas, La Barraca de García Lorca...Aquello lo arrasó un vendaval de odio contra la cultura. Pero no hay duda de que ese es el camino, y todos aquellos que tienen un compromiso con la cultura en este país deberían embarcarse en esa proyección, si de verdad entienden que esa es la base fundamental para el progreso de los pueblos.

     DdA, XVIII/5.248