martes, 26 de julio de 2022

MAÑUECO DEBERÍA DIMITIR


Félix Población

Al consejero de Media Ambiente de la Junta de Castilla y León solo le ha faltado culpabilizar a los árboles por existir y ser, por los tanto, material propicio para el incendio. En lugar de eso responsabilizó a los ecologistas del gran desastre ocurrido en esta comunidad autónoma desde la que escribo, casi al tiempo que la Fiscalía abría diligencias contra su gestión por las más de 30.000 hectáreas calcinadas en la Sierra de la Culebra zamorana. Su jefe, el presidente Mañueco, en lugar de repetir visita a esa provincia con ocasión del otro gran incendio desatado en Losacio de Alba por dos veces (otras más de 30.000 hectáreas), prefirió presentarse en el que se produjo en Cebreros (Ávila), no sabemos si vestido de safari como cuando fue a la Sierra de la Culebra y el vecindario lo abucheó como correspondía a la negligencia e ineficacia de su gobierno. A falta de un Mañueco que dé la cara, tenemos a un Feijóo que repite el papel que le cupo bajo su presidencia en Galicia , uno de los territorios donde los incendios forestales se repitieron verano tras verano quemando miles y miles de hectáreas. El actual líder del Partido Popular argumenta para Castilla y León lo mismo que para Galicia. Ni el cambio climático, ni lo precario de los presupuestos para prevenir los incendios o la reducción en su caso –como hizo Mañueco-, ni la falta de limpieza en los montes tiene buena parte de la culpa de que ardan. Para Feijóo, los incendios se producen porque existe un “terrorismo incendiario” que opera a modo de trama, al parecer sobre el territorio nacional, como si pretendiera quemar al país todo. Ciertamente, aunque casos así se han dado y se seguirán dando, me parece de una simpleza rayana en la sandez que Feijóo base la solución en la creación por parte del gobierno central de una especie de policía montada de los montes. Si, como parece, quiere con ello tratar de disculpar a Mañueco de su mala gestión, el argumento me parece tan pobre como cínico. Sobre todo si se considera que ha sido con Mañueco, al frente del gobierno autonómico de la derecha y la extrema derecha, con el que se ha consumado el mayor desastre forestal de la historia en Castilla y León, una comunidad gobernada desde hace casi cuarenta años por el Partido Popular. Y todavía quedan por delante casi dos meses del que puede ser el verano más caluroso en esta España que no deja de arder, aunque no conste en los debates sobre el estado de la nación. 

     DdA, XVIII/5.230     

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