domingo, 10 de julio de 2022

JUAN CARLOS MONEDERO: UNA NUEVA MAYORÍA NO SE MOVILIZA OLVIDANDO TODA UNA DÉCADA

Del largo y muy interesante artículo (Yolanda Díaz: generosidad, magia y memoria) firmado hoy por el profesor Juan Carlos Monedero en su blog Comiendo Tierra, alojado en el diario Público, con motivo  de la presentación en Madrid del proyecto político SUMAR a cargo de la vicepresidenta segunda del Gobierno y sustituta de Pablo Iglesias en ese cargo, cree este Lazarillo que lo más enjundioso del texto está en este fragmento en el que el profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense hace referencia al olvido de Díaz no recordando a la gente que sufrió todo tipo de acosos y cloacas policiales y mediáticas. No lo hace Monedero como una queja moral por no reconocer todo lo realizado por Podemos en lucha contra el Estado profundo, sino porque cree el autor del artículo que expresa un error político de cálculo que impide que el proyecto SUMAR se desborde. "Cada día más gente se da cuenta  de lo que se ha hecho contra Podemos. Y sobre ese reconocimiento hay que ensanchar el espacio. Necesitamos que sumar se desborde". 



Ofrecer, como ayer representó Yolanda Díaz, olvidar a partidos y siglas para volver a movilizar a nuestro pueblo es injusto y, además, un error. Sumar no le puede decir a las fuerzas que nacen del 15M lo que allí se expresó con un exceso de arrogancia: ¡Que no hablen los de siempre! ¿Serigne Mbaye, por poner el ejemplo más evidente, es un político de los que siempre han hablado? Al revés: nunca le dejaron hablar. Confrontar en el seno de lo que suma no sirve para avanzar. Olvidar la última década no puede servir para movilizar a una nueva mayoría. Melénchon en Francia o Gustavo Petro en Colombia han recuperado el pasado de la izquierda para convertirlo en una promesa de esperanza de futuro. Sin nostalgias e incluso convirtiendo ese dolor en República, en nación. Siempre con respeto. No es mirar por el retrovisor: es leer correctamente el esfuerzo de los que anticiparon nuestra rabia. Porque fueron somos.

Tres días antes de presentar Podemos en el Teatro del Barrio, Pablo Iglesias y yo bajamos desde Madrid a Córdoba a presentarle el proyecto a Julio Anguita. Si no lo hubiera bendecido, no creo que yo hubiera participado de la fundación de Podemos. Podemos tenía sentido si sumaba lo mejor del pasado, que en ese momento estaba huérfano de representación política por errores propios, no por la voluntad del sistema de aniquilarlo (como hemos visto que han intentado hacer con Podemos y sus líderes). De hecho, Anguita estaba impulsando en ese momento el Frente Cívico, que fue el más claro antecedente de Podemos. Porque Izquierda Unida no funcionaba. De la misma manera le decíamos a los votantes del PSOE: los verdaderos sociales están hoy en Podemos.

La lealtad, ha escrito en las redes Miguél Ángel Llamas, es un valor que se aprende en el barrio. Continuaba: "En mi cabeza no cabe que si eres vicepresidenta y líder del espacio del cambio gracias a Unidas Podemos, no dediques ni una palabra a la gente que lo hizo posible sufriendo acoso y cloacas". En la presentación de Yolanda Díaz no hubo ninguna referencia al acoso a Podemos. Repito: no es una queja moral por no reconocer todo lo realizado en lucha contra el Estado profundo, sino que expresa un error de cálculo que impide que el proyecto se desborde. Cada día más gente se da cuenta de lo que se ha hecho contra Podemos. Y sobre ese reconocimiento hay que ensanchar el espacio. Necesitamos que Sumar se desborde.

Esta semana pudo saber toda España que Podemos sufrió una conspiración donde participaron políticos, policías, jueces y medios de comunicación.  Ferreras, Inda, Villarejo, Cospedal todos caimanes del mismo foso. Me ha estremecido escuchar a Dolores de Cospedal, Ministra de Defensa de Rajoy, pactar con el presuntísimo corrupto Villarejo inventar pruebas para "arruinar la vida" a Pablo Iglesias y a un servidor.  Que Villarejo diga que arruinarme la vida es "fundamental" me preocupa. Aunque a veces se olvide, me temo que empezaron conmigo. También sabemos que acompañaron ese intento el Ministro del Interior Jorge Fernández Díaz,  la "policía política" -que se decía patriótica- y ya veremos si también algún colaborador necesario más, como Cristobal Montoro, al que en su día reprendió la Agencia Tributaria por abusar de ella para perseguirmos a los adversarios políticos. Todo con un fin muy claro, como lo expresaron Villerejo y Cospedal: arruinar la vida a estos hijos de puta. Es decir, a nosotros. ¿Y todo por qué? No es muy complicado: porque no pudieron comprarnos. Hemos sabido también que el periodista Antonio Ferreras publicó información falsa sobre Pablo Iglesias y Podemos sabiendo que era una manipulación. Fue el que le dio eco a las mentiras de Eduardo Inda, un sicario del periodismo que, ya sabemos, no es diferente de Ferreras. La jueza Gladys López Manzanares archivó la querella de Iglesias porque la información que habían manipulado Villarejo, Ferreras e Inda era "veraz".

Una democracia que se arranca su memoria no puede ser, porque si ha llegado llegado hasta ahí ha sido "siendo". Como el jugador de rugby al que le borran sus recuerdos: es un fake, porque es otra persona, la han matado definitivamente. El proyecto político que representa la lucha contra el neoliberalismo no puede arrancarse  sí misma su memori pensando que así le van a perdonar no sé qué pecados y va a arrasar en las urnas. Porque si no sabe de dónde viene no va a saber a dónde va. Y sin claridad en la ideología no puede haber claridad en la organización.

Apenas arrancando, mucha inteligencia, mucha generosidad

Podemos ha cometido errores -sobre todo por no haber evitado las divisiones internas y por no haber desarrollado una estructura de democracia interna más sólida-. Pero, a día de hoy, ha demostrado, pese a los ataques del Estado profundo, ser el espacio político que responde con más contundencia al momento actual de crisis del neoliberalismo. Podemos sola no puede, pero sin ella todo el mundo intuye que algo no funciona. Son tiempos, en todos sitios, de Frentes Amplios, donde tienen que aprender a convivir diferentes ideologías ("El Frente Amplio -me dijo una vez Pepe Mujica en Montevideo- es más amplio que frente"). Por eso hace falta Yolanda Díaz. Y su magia creativa. Para sumar lo que está separado y tiene todas las papeletas para seguir separado. Por eso los que estuvimos en la primera hornada tenemos que marcar distancias. Es el momento de otra gente.

Podemos ha abierto camino. Es muy evidente ese liderazgo de Podemos en temas feministas, lo es con diferencia en cuestiones sociales, saca sobresaliente a la hora de ser valiente cuando señala los elementos judiciales, policiales y mediáticos que frenan la democracia en España, encabeza la reflexión republicana y  tiene en su debe hacer un mayor esfuerzo en cuestiones ecologistas. ¿Qué garantía hay de que el proyecto de Sumar va a ir más allá de lo alcanzado por Podemos? ¿No se corre el riesgo de tirar por la borda el esfuerzo de un pueblo que se echó a las calles el 15M, rompió el bipartidismo, entró en el Gobierno y ha logrado cosas tan señaladas como el freno radical a la corrupción desde el Gobierno, las subidas del ingreso mínimo vital, los ERTES, el escudo social, las leyes feministas, la ley Riders, la lucha contra los alquileres desmesurados, la defensa de las pensiones, la ley de infancia, la ley de eutanasia...? Podemos va a seguir consolidando su trabajo político. No tiene que preocuparse por su futuro porque apenas es ahora que está empezando a construirse como partido-movimiento. Pero es normal que a veces no entienda cuando no se le mira con generosidad. La misma que se le pide.

Sumar a los que se pelearon, sumar a los que aún no están y sumar a los que han seguido levantando en su pluralidad el espacio del cambio. Estos últimos son los que han permitido que Yolanda Díaz arranque, como Vicepresidenta y Ministra de Trabajo, un proceso que este viernes en la Plaza del Matadero, en la inauguración de Sumar, está lleno de esperanza, de alegría, de optimismo. Y de mucha gente joven, lo que es un mensaje de futuro.

Tanto por hacer y no poco lo hecho. Como la tarea es ingente, hay que convocar a la magia blanca -incluso un poco de la negra, que España es diversa- e invitar a la creatividad. La creatividad nace en contextos limpios. Para que generosidad y creatividad fluyan, hay que desterrar todas las suspicacias. La generosidad tiene que desbordarnos. A todas y todos. Porque como decía Agustín de Hipona, el que ama nunca hace daño. En la plaza del Matadero (qué nombrecito) nace un plan de regeneración. Con los mimbres que tenemos y con todo lo que nos inventemos. A trabajar y a cuidarnos. Todas y todos. Nadie dirá que estamos quietos. Será por eso que tanto les molestamos. Ya nos da lo mismo. Nos interesa lo que construyamos.

     DdA, XVIII/5217     

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