martes, 28 de junio de 2022

SIEMPRE HAY UN SATÁN COMO SEÑUELO



Alejandro Álvarez

Putin es el malvado Satán, el enemigo malo malísimo, un individuo demonizado hasta la saciedad (antes fue Maduro; antes, Fidel; antes... siempre necesitan demonizar a alguien para focalizar y cargar sobre él decisiones y políticas difíciles de justificar). Putin y la guerra de Ucrania les vienen muy bien para justificar el militarismo y el armamentismo de la OTAN, ámbito en el que EE.UU. sale ganando y Europa perdiendo. Pero lo que realmente se juega no es la seguridad de Europa sino la batalla económica de EE.UU. (en declive) contra China (en auge). Eso explica la extensión de esa organización atlántica hasta el Pacífico (de ahí la invitación a la cumbre otánica a Japón y Corea del Sur), donde EE.UU. quiere controlar todas las rutas comerciales marítimas para impedir que China siga desarrollándose hasta ganar pacífica y definitivamente a EE.UU. en materia económica. Todos estos movimientos y toda esta propaganda esconde el intento de EE.UU. de seguir controlando militarmente el mundo para imponer sus intereses económicos. Es una estrategia bélica que no puede terminar bien para el conjunto de la humanidad. Pero el aquelarre propagandístico que estamos sufriendo desde todos los grandes medios está pensado para impedir cualquier posición crítica al militarismo y armamentismo impuesto por EE.UU. para su beneficio (y a nuestra costa). De momento ya está sacando jugosos beneficios vendiéndonos armas, petróleo y gas a precios mucho más caros, mientras nosotros sufrimos los efectos. Sánchez, tan otánico él, es uno de los monaguillos de EE.UU., pero encantado de tener un gran papel en la fiesta del jefe.

DdA, XVIII/5207

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