Félix Población
Nunca antes la principal pinacoteca española y una de la más importantes del planeta había tenido un destino tal cual el que el Presidente del Gobierno más progresista de España del último medio siglo ha querido. Se desconoce quién ha sido el "autor intelectual" de la idea, pero se supone que se encuentra entre sus allegados a la asesoría. En unos días, el Museo del Prado de Madrid y España abrirá sus puertas para acoger como comensales en una cena a los cuarenta jefes de Estado y de Gobierno de los países que asistirán a una nueva cumbre de la OTAN. Desconozco la sala en la que se instalarán los comensales. Espero que no sea en la destinada a Los desastres del la guerra, de Francisco de Goya, dado que al parecer hay dependencias ex profeso para este tipo de convocatorias. La iniciativa ha requerido unos preparativos especiales que se centran sobre todo en la seguridad de los reunidos y que obligan a que el museo que visita un millón de personas cada año esté cerrado al público dos días. El poeta y escritor Luis García Montero, director del Instituto Cervantes y gran admirador de Rafael Alberti (sobre cuya obra hizo su tesis doctoral) no ha podido resistirse a dar voz en la SER (Hoy por hoy) a este breve artículo en el que hace referencia a la obra de teatro del poeta gaditando: Noche de Guerra en el Museo del Prado, alusiva a los días en el que el gobierno republicano del Frente Popular hubo de retirar buena parte de la gran colección de pinturas de la pinacoteca nacional de España, ante el riesgo de que pudiera ser destruida por los bombardeos a los que estaba siendo sometida la ciudad de Madrid por la aviación nazi a partir de los últimos días de agosto de 1936. Celebrando como celebro por su oportunidad el artículo de mi admirado García Montero, cuyas columnas periodísticas me parecen de lo mejor que se escribe en nuestro país, creo que su cargo como director del Instituto Cervantes le ha impedido ser más explícito y directo a la hora de criticar la peregrina idea del Gobierno más progresista de nuestra última historia. Dos frases sobre la paz, a propósito de esa noche de OTAN en el Museo del Prado. La primera es de Mingote, asiduo visitante de la pinacoteca: Todos quieren la paz, y para asegurarla, fabrican más armas que nunca. La segunda es de Albert Einstein: La paz no puede mantenerse por la fuera. Solamente puede alcanzarse por medio del entendimiento. Ni Putin ni la OTAN parecen entender de entendimiento.
Luis García Montero
Os cuento que esta noche soñé con
un fusilado, una Venus, un fraile que escondía puñales en su hábito, un manco,
un enano, una mujer hambrienta, varios reyes y el dios Marte. Te aseguro que
ayer no me acosté drogado. A veces las horas de estudio se mezclan con la
locura y yo volví al principio de los años 80 cuando hacía mi tesis doctoral
sobre Rafael Alberti.
'Noche de
guerra en el Museo del Prado' es una obra de teatro que Rafael escribió,
imaginando famosos personajes de Goya, Tiziano o Velázquez que salían de sus
cuadros para hablar de la guerra. Alberti y María Teresa León había colaborado
en los trabajos de salvamento de las obras de arte del Prado durante los
bombardeos de la Guerra Civil.
Alguna
noche de esta semana final de junio, tal vez los personajes del Prado vuelvan a
salir de sus cuadros para hacer preguntas sobre la humanidad. Tal vez el
fusilado de Goya pregunte por las guerras, las invasiones, las armas y los
tratados militares. Tal vez la mujer hambrienta pregunte por la suerte de sus
dos hijos en una frontera llena de sangre. Tal vez Venus pregunte sobre el
derecho al aborto y el fraile, con hábito de juez, le explique que la libertad
es un asunto del pasado. Del pasado salen personajes sin cabeza, amoladores,
burros, una maja, el arcángel San Gabriel y un toro. Noche de Guerra en el Museo del Prado.
DdA, XVIII/5207
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