Félix Población
Habrá quien lo recuerde porque no ocurrió
hace tanto tiempo. No pasaron ni cinco años desde que el animoso y locuaz Jesús
Calleja, muy conocido y popular por sus programas de televisión en el
canal Cuatro, estuvo en la Sierra de la Culebra, una de las zonas más
despobladas de nuestro país. Allí se grabó uno de sus muy visionados Volando
voy.
Calleja visitó la localidad de
Villardeciervos, habló con los lugareños y motivó a quienes vieron el programa
a visitar la sierra, al objeto de que sea más frecuentada por cuantos españoles
siente inclinación por la naturaleza. Todo ello bien merece ser agradecido por
los habitantes de esa España vaciada, tan necesitados de lo que ahora se llama
visibilidad.
Transcurrida ya más de una semana desde
los amargos días en que casi la mitad de la Sierra de la Culebra fue pasto de
las llamas, después de que un rayo prendiera en su fronda y el gobierno de la
Junta de Castilla y León no actuara con la previsión, diligencia y cobertura que
requería una ola de calor anunciada en España días atrás, se echan de menos
unas pocas palabras de quien es definido como aventurero y muestra profesar
sincero amor a su tierra.
Cuesta entender ese silencio, a no ser que
así quiera Calleja evitar las merecidas críticas que se ganó el gobierno
autonómico de Castilla y León por su negligencia e ineptitud, suficientemente
graves como para que se hubieran producido dimisiones o ceses entre los
responsables.
No tendrá mejor ocasión este conocido
comunicador para mostrar la solidaridad y simpatía que le merecieron en su día,
delante de las cámaras de televisión, las gentes de esas comarcas y que en las
actuales y muy adversas circunstancias serían muy de agradecer. Me cuesta
entenderlo, Calleja, y a los leoneses, más.
*Artículo publicado también en La Nueva Crónica
Garduña herida y ciega en el etorno de VillardeciervosLéase@también: Las otras víctimas del incendio de la Sierra de la Culebra
DdA, XVIII/5208
No hay comentarios:
Publicar un comentario