Lazarillo
La riqueza hídrica de Boñar (León) sorprende al visitante, tanto por ser mucha como por la calidad de sus aguas, según le consta a este Lazarillo desde que tuvo el placer de comprobarlo al probar las termales de las Caldas de Boñar* por indicación de Félix Población Gutiérrez, hijo de quien fuera alcalde de aquella villa, Félix Población Población, que tan buena gestión realizó para que Boñar disfrutara de ese patrimonio fundamental para la vida y salud de los pueblos. En darlo a conocer y fomentar su respeto y cuidado anda también otro Población, Lorenzo Calvo Población, que desde que llegó a Boñar se ha preocupado en difundirlo, empezando por conocer el rastro de las fuentes perdidas en la voz de los ancianos que las conocieron. Es de resaltar en ese sentido que en localidades como Voznuevo les corresponda, según Lorenzo, una fuente de manantial por cada cinco habitantes. En la entrevista que ha publicado Diario de León con este investigador de las aguas boñarenses es de resaltar lo que dice de los mayores, que siguen acudiendo a fuentes como la del Corcho o la de la Plaza del Negrillón por considerar su agua mejor que la de los grifos y óptima para cocer las legumbres. Hasta los años sesenta y setenta hubo en Boñar tres molinos funcionando y dos fábricas de luz. Lorenzo Calvo tiene documentadas y fotografiadas hasta medio centenar de fuentes en su blog Boñar: el espíritu de las aguas. Enhorabuena por ese trabajo de búsqueda y amor por las fuentes de la vida.
*En 1.992, un estudio de la Universidad de León clasificó estas aguas como "bicarbonatada-cloruradas, calco-magnésica-mixtas, oligominerales y termales.
DdA, XVIII/5202
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