domingo, 19 de junio de 2022

LA POBREZA EN ANDALUCÍA Y LA ABSTENCIÓN*

 


Félix Población

Finalizada la campaña electoral para las autonómicas andaluzas, será una sorpresa –según las encuestas- que estos comicios los gane el PSOE, como en la anterior ocasión. Parece de todo punto imposible que los gane la izquierda, con los votos que pueda obtener el Partido Socialista. Una izquierda mal unida o desunida no es un aliciente.

Esas previsiones son las que pintan en una comunidad  donde, según la última estadística de Indicadores Urbanos del Instituto Nacional de Estadística, tienen su asiento 11 de los 15 barrios más pobres de España. En la anterior estadística, realizada hace un lustro, eran 12 los barrios andaluces que tenía la menor renta por habitante de todo el país.

Sin embargo, si esos datos son preocupantes por su permanencia, hay otros que aún lo son más. Hace cuatro años, cuando la extrema derecha logró por primera vez en España un cierto número de escaños en el Parlamento de Andalucía, la proporción de andaluces que se declaraba de esa ideología –según una encuesta del CIS-  no llegaba a dos por ciento (1,8%). Este año, en vísperas de las autonómicas del próximo domingo, el porcentaje de extremistas reaccionarios ha pasado al 9,4%.

Si se tiene en cuenta que en Castilla y León, donde Vox gobierna con el Partido Popular desde hace unos meses, hasta un 12% de personas se define como de extrema derecha, no hay motivos precisamente para el optimismo ante la jornada electoral del domingo en Andalucía, pues cabe esperar que Vox tenga un mayor número de escaños que en 2018.

Bien quisiera equivocarme, pero hasta la alta temperatura de los termómetros parece que se ha puesto en contra para mover a la participación al electorado progresista, insuficientemente motivado por los partidos políticos llamados a estimular su voto, aunque sea totalmente consciente de que entre el electorado de derechas no va a pesar tanto la calor y va a ser mayor la motivación para acudir a las urnas.

Lo sabemos por el llamado Polígono Sur de Sevilla, donde está Las Tres Mil Viviendas, el barrio más pobre de la ciudad. La abstención allí fue del 92% en las últimas elecciones autonómicas. Sin embargo, a media hora de ese lugar, en el distrito Sur donde se asienta el 1% por ciento más rico de la población, la participación superó en 2018 el 80%, sin que haya que consignar, por obvia,  la identidad ideológica de su voto.

En esta ocasión me temo que puede ocurrir lo mismo. Pareciera que además de la pobreza en esos barrios andaluces se fuera heredando también la abstención, a falta de una política que los represente y en la que confíen o vuelvan a confiar. Como si sus gentes sintieran que el voto tiene poco que ver con sus vidas. Esto es lo peor de todo. Y lo mejor para la extrema derecha.

*Publicado en LUH NOTICIAS

     DdA, XVIII/5198     

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