Félix Población
Celosa y servil defensora de la Corona como buena parte de
los periodistas o comunicadores de su generación, incluso cuando la Corona denota
una oxidación manifiesta, Rosa María Mateo, directora de RTVE, fue muy
diligente y expeditiva en despedir de inmediato al redactor Bernat Barrachina
por haber tenido la osadía de titular una información sobre las vacaciones de
la Princesa de Asturias tal que así: “Leonor
se va de España, como su abuelo”.
El rey padre y todavía emérito, sin posibilidad me temo de que
deje de serlo hasta el fin de sus días, había tomado hace meses las de Abu Dabi
para poner distancia a los escándalos de corrupción que pesaban sobre su
persona, por lo que el titular se atenía a la verdad de los hechos: la marcha
de ambos de España.
Más de un año después de que se le aplicara al guionista una medida propia de los viejos tiempos
dictatoriales y que debió ser condenada (no lo fue) por todas las
asociaciones de profesionales de la información, la justicia ha declarado nulo
el despido de Barrachina, por lo que deberá ser readmitido en RTVE, que tendrá
que abonarle las remuneraciones correspondientes desde su despido, así como una
indemnización de 10.000 euros por daños morales.
Celebramos la noticia quienes entonces deploramos y
condenamos la lamentable decisión de quien fuera Musa de la Democracia, pero quien lo hizo mejor ha sido el propio
Bernat, aplicando al dictamen de la justicia el sentido crítico del humor que
lo caracterizó para que su persona fuera protagonista de un hecho impropio de un medio de comunicación
público en una democracia que se respete a sí misma.
“La justicia me protege, como al abuelo de Leonor”, escribió
Barrachina en su twitter, y el personal lo respaldó viralmente en las redes
como cabe esperar de un país en el que la
democracia le pueda al viejo régimen que la precedió y todavía alienta en la
corporación de RTVE.
LUH NOTICIAS DdA, XVIII/5205
No hay comentarios:
Publicar un comentario