SAINETE JUDICIAL EN OVIEDO

Celso Miranda

Asistimos estos días, exhaustos ante la actualidad informativa, desbordante de grandes vocablos (guerra, inflación, desabastecimiento, asesinatos machistas, corrupción,...), en Oviedo, a lo que resultó ser un sainete judicial. Las cloacas político/judiciales locales consiguieron sentar en un banquillo a una granada representación de la izquierda local. El malvado tripartito (Somos, PSOE, IU), que osó gobernar durante 4 largos años el cortijo particular de la derecha asturiana, la vieja Vetusta clariniana que nunca perdonó al autor de La Regenta, obra maestra de la literatura universal. Si el hijo de Clarín fue fusilado contra una tapia por sus ideas y probablemente por las de su padre, no iban a irse de rositas quienes pretendieron gobernar con el interés de la mayoría como centro frente a los lobbies locales. El capitalismo de amiguetes, similar (a escala) al que se enseñorea hoy de las arcas públicas en el Madrid del primo de Almeida o el hermano de Ayuso (eso que se sepa) se interrumpió en Oviedo durante un mandato en el que se remunicipalizaron servicios, se saneó la deuda de las arcas locales y se incrementó el gasto social. Y, todo ello, con honradez probada. Tanto es así que no les quedó otra que probar a ensuciar la imagen con este fiasco: autorizar un mercado de productos locales y ecológicos ¡nada menos que en la calle Gascona! ¡Menudo escándalo! ¡Clamor social! ¡Anatema! La inquisición local se la ha tenido que envainar, una vez más. No era el momento para cargar las tintas, cuando todos sabemos que se lo llevaron crudo mientras gobernaron esta ciudad de nuestros desvelos y se lo están llevando crudo, en plena pandemia, en plena crisis, mientras el pueblo sufre en el día a día. Afinad un poquito, colegas. No todos los políticos son iguales.

Léase@también: Absueltos pero no indemnes, por Miguel Rodríguez Muñoz

DdA, XVIII/5134