Félix Población
El teniente coronel retirado del Ejército del Aire, José Ignacio Domínguez, abogado y presidente de la junta directiva del Foro Milicia y Democracia, tuvo a bien recordarnos ayer en La Base el papel que le hubiera podido tocar como presidenta de un gobierno provisional a Margarita Robles, de haber progresado el complot que con el nombre de Albatros pusieron en marcha un determinado número de militares retirados en la primavera de 2020.
Sí, me estoy refiriendo a esos primeros meses de la pandemia en los que cientos de personas fallecían cada día en España y grupos de manifestantes de ultraderecha se congregaban en las calles del barrio de Salamanca de Madrid. Fue entonces cuando se pretendió movilizar a 10.000 militares retirados para pedir una audiencia al rey y obtener del Jefe del Estado el derrocamiento del gobierno de coalición salido de las urnas, para instaurar uno de carácter provisional presidido por la que era y sigue siendo ministra de Defensa hasta ahora.
El complot, según el citado teniente coronel, se volvió a reactivar en otoño, cuando la segunda ola de la pandemia volvió a incrementar el número de víctimas mortales en el país. Al parecer, en el momento en que se supo del chat de aquellos otros militares retirados que planteaban fusilar a 26 millones de españoles, los primeros desistieron de su empeño para que no se les confundiera con ellos.
Tanto en un caso como en el otro, Margarita Robles impidió que se investigaran los hechos, según José Ignacio Domínguez, al ponerlos en conocimiento de la Fiscalía y decretarse su archivo por tratarse de chats privados. Todo quedó en nada, por lo tanto: ni investigado ni suficientemente publicitado, como convendría por su gravedad. ¿Habrá una próxima vez? ¿Hasta cuándo este tipo incidencias tan propias de nuestro malhadado siglo XIX?
DdA, XVIII/5144
No hay comentarios:
Publicar un comentario