domingo, 27 de marzo de 2022

CAMBIO DE HORA: LA REPETIDA CEREMONIA DE LA ESTUPIDEZ



David M. Rivas

Esta madrugada volvemos a la ceremonia de la estupidez y la inutilidad de cambiar la hora: cuando den las 2 en el reloj serán las 3. ¿Por qué?: nadie se acuerda. ¿Para qué?: nadie lo sabe. ¿Qué beneficios tiene?: nunca se cuantificaron. Yo recuerdo el año en que se cambió la hora. Era 1973-1974, en plena crisis petrolífera y con una estructura económica basada en una industria arcaica que hoy no existe. Ninguno de los criterios de entonces tiene hoy sentido, ni frente a la escasez, ni frente a la inflación, ni frente al paro, ni frente a la competitividad. Yo, que soy un antiguo, un aldeano un tanto medieval, defiendo el horario solar y que sea de día y sea de noche cuando toque, ya en invierno, ya en verano. Y, desde luego, como básico e inmediato, tomar la hora de Inglaterra, Portugal y Canarias, aunque eso sea romper con el compromiso que Franco tuvo con Hitler. A partir de mañana, cuando el Sol nos diga que son las 3, en el reino de Españistán serán las 5. El paticorto dictador era tan rastrero y servil como para, incluso, cambiar el horario con el fin de congraciarse con el genocida que era su padre protector.

DdA, XVIII/5121

No hay comentarios:

Publicar un comentario