ASALTAN LORCA CON RABIA, VIOLENCIA DE MALA SABIA...

Félix Población

Se reprodujo en el Ayuntamiento de la ciudad de Lorca lo ocurrido en el Capitolio hace meses con los trumpistas en manada al asalto de una importante institución democrática. Para que eso ocurriera fue preciso, como allí, que el bulo prendiera en las redes y los medios de comunicación afines a la extrema derecha, y también, en el caso de España, afines a una derecha extremada, con el concurso imprescindible de mediocres y torticeros líderes políticos. Todo arrancó de las declaraciones del ministro de Consumo a un diario británico acerca de la ganadería extensiva, totalmente tergiversadas por esos medios, al objeto de utilizarlas en contra del Gobierno durante la campaña electoral previa a los próximos comicios  de Castilla y León. La pandemia del bulo surte esos efectos cuando en el Ayuntamiento de Lorca se iba a debatir precisamente la limitación de la ganadería extensiva y una treintena de ganaderos impidió por la fuerza la celebración del pleno municipal para la aprobación de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, consistente en alejar del casco urbano la instalación de nuevas granjas porcinas. Tres horas, tres, se tardó en desalojar a los exaltados ganaderos del Ayuntamiento, cuya acción violenta ha sido justificada por Vox tanto en Andalucía como en Madrid. ¿Se puede entender tan anormal falta de diligencia en el desalojo de tres decenas asaltantes? Transcurridos ya unos días desde que ocurrió tan repudiable suceso, la única detención practicada no lo ha sido por la investigación policial llevada a cabo, sino porque uno de los asaltantes se entregó voluntariamente. Otro de la misma manada, un empresario quesero identificado por la Cadena Ser, ataviado para la ocasión con una chaqueta de camuflaje y gorro, reconoció que, a pesar de encabezar el asalto, asistió desinformado a la concentración, pues le "dijeron cosas que no coincidían con la realidad". Mucho me temo que el número de detenciones no pase de la del individuo que se presentó voluntariamente en la comisaría. Félix Maraña ha compuesto para la ocasión estas enjundiosas décimas, según su habitual y agudo estilo, en la que glosa -para que lo tengamos muy en cuenta- lo que nos jugamos con estos percances protagonizados por la extrema derecha y su más que posible impunidad. Hay que hacer frente a la pandemia del bulo en todos los frentes:

 Nazis en Lorca

Un grupo de ganaderos,

armados hasta los dientes,

falangistas del "presentes",

nazis en sus bebederos,

y por tanto delincuentes,

asaltan Lorca con rabia,

violencia de mala sabia,

propia un un fascismo agrario,

no me digáis lo contrario,

pues su conducta resabia.

Sus guerreros ademanes,

recuerdan a otro animal,

que en una noche fatal,

cometió muchos desmanes,

un tal Alonso y sus manes,

del treinta y seis en Granada,

que en una cruenta redada,

a Federico apresaron.

Era Lorca y lo mataron

aquella cruel madrugada.

Mataron a Federico,

a un maestro y un torero

y dejaron un reguero

de sangre de multiplico.

Murieron millón y pico

de personas inocentes,

hubo cobardes, valientes,

pero la sangre corrió,

mientras el cielo auxilió

a sus bestias prepotentes.

Pero así son estas gentes,

enmascaradas en Lorca,

que colgarán de la horca

a todos los disidentes.

A ciudadanos corrientes,

que tendrán por enemigos,

carniceros como dingos,

que asaltan la democracia,

la hacen añicos. Su acracia

tiene en su mente boñigos.

Facóqueros sin escuela,

de músculo y tatuaje,

que lucen su maridaje

y agreden para que duela.

Y marcarán una espuela,

alentando el deterioro,

embistiendo como toro,

condenado al matadero.

Músculo y gritos primero,

luego, la sangre y el lloro.

Y echarán la culpa al moro,

al que explotan en la granja

de plástico en esa franja

del mar azul insonoro.

Un mar azul incoloro,

de polímeros vestido,

un mar de siempre agredido,

un mar sin luz y sin cloro.

Un mar con cielo invertido

y plástico por decoro.

DdA, XVII/5072