Celso Miranda
Todo en la foto resulta poco veraz, por decir algo. La mano izquierda de Ayuso, como sabremos ya a estas alturas, no es una de sus principales virtudes (dicho sea de paso, bastante escondidas), pero en la foto la delata definitivamente: el vaso no está ni medio lleno ni medio vacío, está en el suelo. Y, probablemente, roto. Bueno, si se cumple la ley de la gravedad, que ya saben que algunos políticos como los de la foto cuestionan constantemente a la ciencia y al progreso en beneficio de la libertad, sobremanera la de algunos para hacer beneficios particulares. Señora Ayuso, haría bien en haberse fijado en la mano izquierda del Alcalde Canteli, que lleva el vaso imaginario en equilibrio plano, ni fu ni fa, como si la cosa no fuera con él. Él hace el ridículo donde le indiquen sus asesores, y punto, que es un señor de orden, Centro Asturiano y terraza en Milicias Nacionales, sidrería popular menos. El profesional es el de la derecha, hostelero o político, político u hostelero, las dos cosas a la vez o ninguna, quién sabe. El vaso inclinado, para que la sidra rompa y espalme. ¿La sidra? Eso es lo de menos, lo importante es el concepto, el "escanciado en seco", por el que algún asesor de frente amplia habrá cobrado y que ha servido a unos cuantos como excusa para hacer el canelo en Madrid, y a otros, como al que ha juntado estas letras, y quizás a usted, querid@, amig@, que ha tenido la curiosidad insana de leerlas, para profundizar en el sinsentido de la existencia.
DdA, XVIII/5072
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