Félix Población
Salvo en aquellas comunidades
autónomas dadas en llamar históricas, no es la cultura precisamente un plato
bien condimentado que se prodigue en sus
canales de televisión. Antes al contrario, hay programaciones que en casos
concretos como la que se da en la TPA de Asturias abochornan, sin posibilidad
-al parecer- de enmienda, pues parecen haberse empantanado en la bazofia.
La introducción me sirve para
referirme a Cana Sur, de Andalucía, en donde se acaba de ejecutar un auténtico
hachazo contra Al Sur, un programa
cultural asentado en la programación desde hace 27 años y con un total de más
de mil emisiones en su haber, al que el gobierno de aquella comunidad acaba de
dar la puntilla. Antes ya se había pretendido arrinconarlo a una hora tan manifiestamente
mejorable como las 8,30 de la mañana de los domingos. Ahora, ni la danza, ni el
teatro, el flamenco, la literatura, el cine o las bellas artes estarán en
antena tal como se interpretaban y difundían con detenimiento y profesionalidad
en Al Sur.
Además de ocuparse de la
actualidad cultural, también se emitían contenidos propios como reportajes en
profundidad sobre cuestiones concretas, patrimonio cultural, cine andaluz,
nuevas tendencias escénicas, etc. La falta de respeto y atención a la cultura
por parte del gobierno autonómico andaluz es similar a la que mostró con los
trabajadores del programa, a los que se les hizo saber la noticia de su punto
final casi al tiempo que se hacía pública la nota de prensa para informar del
mismo a los medios.
La supresión de un programa de
esa entidad y solera vino precedida, además de por los cambios de horario a
capricho, por marginaciones dentro de la parrilla, escasez de medios al alcance
de los profesionales, ausencias de contratación para cubrir las vacantes
producidas por la jubilación de personal, etc. Se suma el final de Al Sur a la
eliminación de otros espacios de carácter científico o histórico como Radioscopio
y La Memoria, ambos magníficos.
Es muy posible que con el actual
gobierno autonómico, a la espera de unas previsibles elecciones en primavera
-dependiendo de lo le den de sí al Partido Popular las autonómicas en Castilla
y León-, de nada sirvan las protestas del Sindicato de Periodistas de Andalucía
ante la supresión de programas de calidad como los citados en aquella
televisión pública. No debería el electorado andaluz pasar por alto estas
incidencias, sobre todo ante la posibilidad de que también pueda darse en esa
comunidad un incremento del voto de la extrema derecha que sustituya a
Ciudadanos en el gobierno regional.
Siempre es conveniente recordar,
en estos casos, lo que Antonio Machado puso en voz de su Juan de Mairena con
respecto a la segunda República: "En ella unos cuantos hombres de buena fe,
nada extremistas, nada revolucionarios, tuvieron la insólita ocurrencia de
gobernar con sentido de porvenir, aceptando sinceramente, como bases de sus
programas políticos, un mínimum de las más justas aspiraciones populares, entre
otras la usuraria pretensión de que el pan y la cultura estuvieran un poco al
alcance del pueblo”.
La última hora DdA, XVIII/5073
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