Félix Población
Según leo en una información publicada hace un tiempo en Redacción Médica, el nuevo Hospital Universitario de Salamanca –al que en los medios de información locales se le llama no se por qué nuevo Complejo Asistencial- empezó a proyectarse en 2004 y se ha puesto a disposición de la ciudadanía este mismo otoño, 17 años después. El presupuesto total de la obra ha superado los 200 millones de euros.
Cuando se inauguró el nuevo hospital no faltaron frases triunfalistas propias de la politiquería al uso. Creo que hasta le salió al repeinado Mañueco decir aquello tan manido de “hospital de referencia”, muy propio de estas ocasiones. Más de tres lustros para la construcción de un centro sanitario público es tiempo suficiente, me parece, como para haber ultimado al detalle aspectos tan elementales como el que todos los pacientes que han hecho uso de sus servicios han podido observar.
Aparte de las quejas del personal sanitario por las largas distancias que han de recorrer durante el ejercicio cotidiano de su profesión, con una muy mala señalización de cada dependencia, se da en el nuevo Complejo Asistencial la curiosa circunstancia de que los médicos reciben en la consulta a sus pacientes de espaldas. Esto se debe a que el único enchufe instalado en los despachos obliga a que la mesa de los doctores quede instalada de modo que estos queden de espaldas a la puerta de acceso a la consulta.
Hasta ahora, nadie desde la
administración ha dado respuesta a la lógica petición de los médicos para que esa
irregular y absurda circunstancia, propia de una película de los Hermanos Marx, se corrija. Alguien podría pensar, a modo de
metáfora, que si los facultativos empieza por dar la espalda en la sanidad pública a los
usuarios, malos augurios podrían cernirse sobre su futuro. No lo quiera el cielo, ni tampoco quienes la pagamos.
DdA, XVII/5026
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