miércoles, 29 de diciembre de 2021

FELIPE VI SE ESTÁ GANANDO EL RECHAZO DE LA AUDIENCIA


Félix Población

La mejor oportunidad que tiene el Jefe del Estado para quedar bien (o al menos intentarlo) dirigiéndose a la ciudadanía es el 24 de diciembre de cada año, tal como hacía su padre y el anterior Jefe del Estado, el dictador Francisco Franco, restaurador de la monarquía en España. No debería desaprovecharla Felipe VI, tal como hizo el año pasado dejando sin mención los mismos asuntos que en la edición del discurso de este año. Por más que algunos medios de información conservadores se empeñen en magnificar a toda portada lo contrario, según leímos en el diario La Razón el pasado día 27 ("El 70,4 de los españoles ve a Felipe VI en sintonía con la sociedad"), lo cierto es que casi tres millones de conciudadanos no prestaron ninguna atención al octavo discurso de don Felipe el pasado 24 de diciembre con respecto a la cifra obtenida el año anterior. Este descenso supone una bajada de casi siete puntos de cuota de pantalla. Tanto en 2021 como en 2022, el rey pasó por alto la situación que vive su padre, huido a la dictadura de Abu Dabi por los presuntos delitos de corrupción que le afectan. Ni la crisis migratoria, ni el grave problema de la violencia machista estuvieron tampoco presentes en el octavo discurso del actual Jefe del Estado, algo que tanto en uno como en otro caso me parece de una indiferencia insultante. En lo que respecta a la crisis migratoria, las víctimas mortales en el Mediterráneo y en el Atlántico se han duplicado con respecto al año anterior. El balance en cuanto la violencia de género en España arroja el asesinato de una mujer cada 6,2 días. Por segundo año consecutivo, Felipe VI ignoró en su discurso tanto uno como otro problema. Ni Jaime Alfonsín, jefe de la Casa Real, ni Jordi Gutiérrez, director de Comunicación de la misma,  han tenido una sola frase con relación a esos asuntos. Si lo sumamos a la elusión del caso de su padre huido, no es extraño que Felipe VI pierda audiencia. Se lo está ganando. Los republicanos seguimos de enhorabuena con el proceder de padre e hijo.

        DdA, XVII/5053

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