viernes, 12 de noviembre de 2021

UNOS HIJOS MEJORES PARA EL PLANETA*

 


Félix Población

No deja de ascender la temperatura que se registra en el planeta, hogar de la vida donde la vida crece, y no dejan de celebrarse Cumbres del Clima como la de estos días en Glasgow, que pretenden preservar su salud y evitar que la fiebre lo siga afectando como síntoma de infección en proceso creciente. El último siglo ha discurrido con un incremento de la temperatura desde la época preindustrial que, de alcanzar los 2ºC, traerá consigo lo que los expertos comparan con los efectos de una explosión de bomba de racimo en múltiples direcciones.

El secretario general de las Naciones Unidas, como lo hicieran en el pasado sus antecesores en el cargo, ha sido tan contundente o más que aquellos, pero hay unas frases que nos hace desconfiar de la capacidad de los líderes mundiales para impedir que sigamos cavando nuestra propia fosa, tal como advirtió estos días António Guterres en su discurso de apertura: Desde que se celebró la Cumbre de París, hace seis años, el periodo de tiempo transcurrido ha sido el más caluroso de los que se tiene registro hasta ahora.

El secretario general se refirió a nuestra adicción a los combustibles fósiles y planteó una dicotomía que debería presidir el curso de la historia del planeta a partir de esta edición de Glasgow: o acabamos con esa adicción o ella acabará con nosotros. Las palabras de Guterres son tan rotundas como gritos, si bien podríamos estar en un mundo de sordos: ¡Basta de matarnos a nosotros mismos y de tratar a nuestro planeta como un inmenso retrete! Vivimos y respiramos en él, y deberíamos reconsiderar las acertadas y oportunas palabras que nos dijo al respecto el actor Clint Eastwood, sobre todo cada vez que advertimos entre los más jóvenes una actitud desconsiderada hacia el medio ambiente en el pequeño ámbito de la vida cotidiana: "La gente dice que deberíamos dejar un planeta mejor para nuestros hijos. La verdad es que deberíamos dejar unos hijos mejores para nuestro planeta".

Estamos haciendo muy poco para que esto sea posible y el grado de inconsciencia sigue siendo muy alto y está, en general, demasiado extendido como para esperar que se cumplan los objetivos que en cada Cumbre del Clima se plantean. No es nada alentador en este sentido que quienes se dieron cita en Glasgow hayan viajado hasta allí en 400 aviones y 85 automóviles hayan sido movilizados en la comitiva del presidente estadounidense Beiden, a la cabeza de uno de los países que más sensibilidad deberían tener sobre el asunto. A Estados Unidos le corresponde un 13,1 por ciento de los gases de efecto invernadero del planeta, por detrás de China, con un 26,6 por ciento.

Me parece oportuno transcribir para la ocasión la traducción al español de este bellísimo poema a la Madre Tierra de un poeta indígena mapuche, Freddy Chikangana (2010). Es como para recitarlo muchas veces como la más vívida de las oraciones en pro de la vida del planeta. Deberían hacerlo todos los maestros en sus aulas y los padres con sus hijos, pues tienen en su palabra y ejemplo nada menos que el porvenir del ser humano y de cuanto este pueda hacer para evitar que prosiga el desastre:

La tierra./La tierra es el comienzo de la alegría y el llanto;/ en ella vive la placenta roja/ convertida en piedra negra,/ en ella están los rituales de seres subterráneos/ que amarran nuestra sangre/ con las lianas del tiempo./ En esa tierra/ está la pluma del tucán/ que guarda el colorido de la vida,/ está el agua libre e inquieta,/ el aroma y el sabor de todas las hierbas/ que nos llevan al cielo y al infierno,/ estamos tú y yo/ con la fuerza de los sueños./ A esa tierra negra o amarilla/ irán estos huesos/ cuando la boca del tiempo los haya chupado;/volveremos entonces a esa placenta,/ a esa pluma, al agua que toca los cuerpos;/ iremos a cantar entre los hilos verdes de esas hierbas/ para alimentar todos los sueños de los hombres./ Volveremos a ser diente de tigre,/ poema de la noche, tambor de yegua,/ sonido de flauta a altas horas de la noche/ en lo profundo de la gran montaña.

*Artículo publicado hoy también en InfoLibre

     DdA, XVII/5008     

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