viernes, 5 de noviembre de 2021

SOBRE OBISPOS, DEMONIOS, SEXO Y ONANISMO PORCINO


Ana Cuevas


El , todavía, Obispo de Solsona es como una rusiente almorrana en el trasero de la institución que representa. Por si fueran poco los miles de casos de pederastia con los que tiene que lidiar, el monseñor catalán les ha salido revenío. Porque una cosa es pecar en privado y otra ponerse en el foco mediático por liarse con, quien en otros tiempos no tan lejanos, hubieran considerado candidata a la hoguera con matrícula de honor.
El chico prometía. Una especie de pájaro espino que valía igual p´a un roto que p´a un exorcismo. De la misma manera que se empecinaba en curar la homosexualidad a ostias (benditas sin duda alguna), te sacaba del cuerpo un okupa luciferino sin despeinarse. 
En esa cabecica había mucho lío. Puede que incluso pensara que ambos temas andan de la mano. Quizás basado en alguna experiencia personal de posesión, diabólica aunque no proviniera precisamente de Satanás, que sufrió en el seminario. O a lo mejor, se quedó tanto tiempo contemplando el abismo oscurantista del sector más reaccionario de su iglesia que el abismo acabó devolviéndole la mirada y convirtiéndolo en un payaso con faldas y a lo loco pero con báculo y mitra.
Como fuera, el bueno de Xavier cayó en el influjo de una bruja que escribe literatura erótico-satánica. Seguro que la muy pendeja le suministró alguna sustancia alucinógena para lograr el hechizo. ¿Pero qué pasa cuando el objeto del hechizo está ya más colgado que una  paraguaya? ¿Puede haber contraindicaciones?
Creo que la poción liberó, en parte, al Obispo de otro encantamiento más dañino. Al menos para las personas homosexuales o con enfermedades mentales que cayeron en sus garras. Lo de su idiocia, parece que viene de serie.
Ahora el hombre es feliz en su herético amancebamiento que al parecer ha sido bendecido con doble fruto. ¿Será gracias a dios o al ángel caído?
El obispo va a ser padre de verdad. De los que tienen que alimentar a sus retoños y pagar facturas. No de una grey de feligreses que ponen limosna en el cepillo. Ni de las jugosas subvenciones con las que los nutrimos, muy bien por cierto, entre ateos y creyentes. Se acabó lo de vivir como un Obispo, pensará mientras masturba con cadencia los miembros de los marranos en su nuevo puesto de trabajo. En el pecado lleva la penitencia. 
No estaría mal que otros líderes espirituales, de todas las creencias, probaran un sorbito del potingue que la escritora le coló al mitrado. Seguro que nos iría mejor a todos si les daba por enamorarse, reproducirse y ponerse a currar. Les quedaría menos tiempo para joder la vida de la peña a costa de la fe. Además, ocho horas diarias aliviando gorrinos desbrava mucho. Es lo que tiene currar. No te queda cuerpo ni para exorcizar gorriones.
A  mí esta historia me tiene fascinada, lo admito. Xavier no se cayó de un caballo para ver la luz. Fue todo más prosaico. Probó del fruto prohibido y se hizo adicto. ¡Tanto cilicio y purgaciones a lo tonto!, caer en la tentación no está tan mal ,¿verdad monseñor?. Ha cambiado extraer demonios a la gente por hacer lo mismo con el semen de los cerdos. No creo que se puedan tener mejores referencias a la hora de sacar cosas de cuerpos.

       DdA, XVII/5001       

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