miércoles, 3 de noviembre de 2021

LA TIERRA ES EL COMIENZO DE LA ALEGRÍA Y EL LLANTO


Félix Población

Mientras la temperatura va ascendiendo cada vez más en el planeta, no dejan de celebrarse Cumbres del Clima como la de estos días en Glasgow. El secretario general de las Naciones Unidas, como lo hicieran en el pasado sus antecesores en el cargo, ha sido tan contundente o más que aquellos, pero hay unas frases que nos hacen desconfiar de la capacidad de los líderes mundiales para impedir que sigamos cavando nuestra propia fosa, tal como advirtió estos días António Guterres en su discurso de apertura: Desde que se celebró la Cumbre de París, hace seis años, el periodo de tiempo transcurrido ha sido el más caluroso de los que se tiene registro hasta ahora. El secretario general se refirió a nuestra adicción a los combustibles fósiles y planteó una dicotomía que debería presidir el curso de la historia del planeta a partir de esta edición de Glasgow: o acabamos con esa adicción o ella acaba con nosotros. Las palabras de Guterres son tan rotundas como gritos: ¡Basta de matarnos a nosotros mismos y de tratar a nuestro planeta como un inmenso retrete! Vivimos y respiramos en él, y deberíamos reconsiderar las acertadas y oportunas palabras que nos dijo al respecto el actor Clint Eastwood, algo que hago cada vez que advierto entre los más jóvenes una actitud desconsiderada hacia el medio ambiente en el pequeño ámbito de la vida cotidiana: "La gente dice que deberíamos dejar un planeta mejor para nuestros hijos. La verdad es que deberíamos dejar unos hijos mejores para nuestro planeta". Estamos haciendo muy poco para que esto sea posible y el grado de inconsciencia está, en general, demasiado extendido como para esperar que se cumplan los objetivos que en cada Cumbre del Clima se plantean. Me parece oportuno transcribir para la ocasión la traducción al español de este bellísimo poema a la Madre Tierra de un poeta indígena mapuche, Freddy Chikangana (2010). Es como para recitarlo muchas veces como la más vívida de las oraciones. Deberían hacerlo todos los maestros y los padres con sus hijos, que tienen en su palabra y ejemplo el porvenir del ser humano:

La tierra
La tierra es el comienzo de la alegría y el llanto;
en ella vive la placenta roja
convertida en piedra negra,
en ella están los rituales de seres subterráneos
que amarran nuestra sangre
con las lianas del tiempo.
En esa tierra
está la pluma del tucán
que guarda el colorido de la vida,
está el agua libre e inquieta,
el aroma y el sabor de todas las hierbas
que nos llevan al cielo y al infierno,
estamos tú y yo
con la fuerza de los sueños.
A esa tierra negra o amarilla
irán estos huesos
cuando la boca del tiempo los haya chupado;
volveremos entonces a esa placenta,
a esa pluma, al agua que toca los cuerpos;
iremos a cantar entre los hilos verdes de esas hierbas
para alimentar todos los sueños de los hombres.
Volveremos a ser diente de tigre,
poema de la noche, tambor de yegua,
sonido de flauta a altas horas de la noche
en lo profundo de la gran montaña.

La coda de GotiCuatrocientos aviones acudieron a la Cumbre del G20 en la que se trataron asuntos del clima. Ochenta y cinco coches formaron la comitiva del Presidente Baiden. Con estos defensores del clima no es necesario contar con enemigos.

     DdA, XVII/4999     

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