Félix Población
Los datos proceden de un informe de la Generalitat de Cataluña, presentado ayer y referente a la situación actual de la lengua catalana en los centros educativos de aquel país, en donde es lengua vehicular. Después de más de cuatro décadas de inmersión lingüística en esa comunidad autónoma, el uso del catalán registra en la actualidad porcentajes que representan la tercera parte de los que se daban hace tres lustros. En el año 2006, el 67 por ciento de los alumnos de los centros de enseñanza se relacionaba siempre o casi siempre en catalán cuando estaban en grupo. La cifra hoy ha bajado al 21,4 por ciento y equivale a solo uno de cada cinco estudiantes. Si en 2006 el 10,6 por ciento de los alumnos no utilizaba nunca o casi nunca la lengua catalana en sus relaciones sociales, ahora estamos -según el aludido informe- en un 28,4 por ciento. Otro tanto ocurre entre el profesorado de los centros educativos, respecto al menor uso del catalán. En 2006 lo empleaba siempre o casi siempre el 63,7 por ciento, mientras que al día de hoy se cifra en un 46,8 por ciento. Dentro del aula, teniendo como base el alumnado de cuarto curso de ESO, el 39 por ciento de los alumnos se dirige al profesor habitualmente en catalán, por debajo del 56 por ciento que utilizaba esa lengua hace quince años. Ante ese informe, el gobierno de la Generalitat ha presentado este jueves pasado un plan de promoción del uso del catalán en las escuelas. Parece que nadie ha reparado hasta ahora en la influencia que pudo haber tenido en ese decrecimiento -me atrevo a plantear, sin que sea posiblemente la única razón- la política errática de independentismo a toda costa llevada a cabo en los últimos años y de la que algunos líderes políticos se siguen sintiendo muy orgullosos y hasta dispuestos a reemprenderla contra toda pretensión de diálogo. Las lenguas sirven para comunicarse y mal uso se ha hecho en este sentido, en Madrid y Cataluña, durante una buena parte de ese pasado reciente en el que el catalán se ha resentido como lengua de uso en los centros educativos, allí donde se inicia la formación de la ciudadanía.
DdA, XVII/5001
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