jueves, 7 de octubre de 2021

EL ASESINATO DE LA PERIODISTA DAPHNE CARUANA Y EL AUTOR INTELECTUAL DEL CRIMEN



Lazarillo

Cuando la corrupción no se penaliza, pueden ocurrir hechos, en nuestra mismísima Unión Europea, como el que acabó con la vida de esta periodista maltesa. Por pequeño que sea su país, su asesinato denuncia el resultado al que puede dar lugar la impunidad en cualquier otro país de nuestro entorno donde campe la corrupción. Una investigación oficial sobre el asesinato de  Daphne Caruana Galizia, hecha pública hace unos meses, muestra el “fracaso” del Estado a la hora de proteger su vida. Caruana falleció a los 53 años de edad, víctima de una bomba colocada en su coche en octubre de 2017, a pocos metros de su chalé rodeado de olivos en una zona rural a media hora de la capital, La Valeta. Las conclusiones del informe confirman -según el diario El País- que Yorgen Fenech, millonario e importante hombre de negocios relacionado con altos cargos del Gobierno, fue el autor intelectual del crimen. En el momento de su asesinato, Caruana, estaba investigando un asunto vinculado precisamente a Fenech, dueño de un consorcio de compañías, en especial de una radicada en un paraíso fiscal que presuntamente habría hecho pagos secretos al jefe de Gabinete del ex primer ministro laborista Joseph Muscat, Keith Schembi, y al ministro de Turismo, Konrad Mizzi. El empresario, que fue arrestado a finales de 2019 cuando trataba de huir de la isla de madrugada en un yate, está a a la espera de juicio por el delito de conspiración para asesinar y rechaza cualquier responsabilidad en los hechos.

La investigación, que comenzó en junio de 2019 y en la que han participado tres jueces, dos retirados y uno en activo, concluye que la cultura de la impunidad reinaba en las más altas esferas del Gobierno de Muscat. “Los tentáculos de la impunidad se expandieron después a otras instituciones gubernamentales y a la policía, lo que ocasionó el colapso del imperio de la ley”, se asegura en el informe, que ha presentado el actual primer ministro del país, el también laborista Robert Abela.Tres hombres sospechosos de haber colocado el artefacto explosivo en el vehículo de la reportera fueron detenidos en diciembre de 2017. Uno de ellos, Vincent Muscat, se confesó culpable y, tras un acuerdo con la Fiscalía y convertirse en testigo de la acusación para evitar la cadena perpetua, está cumpliendo una pena de 15 años de prisión. Los otros dos, George y Alfred Degiorgio, siguen a la espera de juicio. Un cuarto hombre, Melvin Theuma, un taxista acusado en un caso distinto de lavado de dinero, reconoció estar implicado en la muerte de Caruana. Theuma dijo a la policía —a cambio de ser indultado— que él actuó de intermediario con los supuestos asesinos y señaló a Fenech como la persona que pagó por la ejecución del crimen.

El documento, de 437 páginas, asegura que el Estado falló en identificar los riesgos reales e inminentes para la vida de Caruana y falló a la hora de tomar decisiones para evitarlos. Está claro, según el resultado de las investigaciones, que el asesinato estaba directa o indirectamente ligado al trabajo de periodismo de investigación de Caruana. Joseph Muscat anunció su dimisión en diciembre de 2010 y la hizo efectiva en enero, después de la detención de Fenech y tras la renuncia de tres ministros, protestas callejeras y ser criticado por supuesto encubrimiento y laxitud hacia los grupos corruptos y criminales de la isla . Nunca ha sido acusado. En sus conclusiones, los magistrados han llamado a tomar medidas efectivas para controlar y regular los lazos entre políticos y empresarios.

Existe desde este año un premio periodístico que lleva el nombre de Daphne Caruana. Según las bases del mismo, el galardón reconocerá  el periodismo que defienda principios y valores fundamentales de la Unión Europea como la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de derecho y los derechos humanos. En opinión de este Lazarillo, lo que debería valorar este premio (20.000 euros) es el periodismo que combata la corrupción en todas sus vertientes, tal como hizo quien le da nombre, si es verdad, como se dice en su convocatoria, que el Parlamento de Europa apoya al periodismo de investigación y a la protección de los periodistas en todo el mundo. Con la protección de Caruana no pudo y por eso ahora ni siquiera se atreve a especificar en sus bases que se premiará a quienes sigan el ejemplo de la periodista maltesa asesinada.

 

Léase@también: Viva el rey y jódete, Rastas, por Pablo Iglesias en CTXT


        DdA, XVII/4975    

No hay comentarios:

Publicar un comentario