jueves, 2 de septiembre de 2021

LA ÚLTIMA IGNOMINIA EN VILLADANGOS DEL PÁRAMO (LEÓN)

Félix Población

Es de celebrar que el representante de un partido de la derecha, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, se haya tomado en serio y con la mayor diligencia la tropelía llevada a cabo por la Junta Vecinal de la localidad leonesa de Villadangos del Páramo, al amañar un referéndum vulnerando la Ley de Memoria Histórica. Actitudes así sería las propias de una derecha democrática, abierta a reparar las heridas de nuestro pasado más oscuro. Quien es asimismo consejero responsable de la Memoria Histórica en el gobierno autonómico, Francisco Igea, acudió el pasado lunes a Villadangos del Páramo (León),después de que su Junta Vecinal rechazara la exhumación de 71 víctimas de la represión franquista, asesinadas en esa provincia, que están enterradas en una fosa común ubicada en el cementerio de la citada localidad, cuya titularidad ostenta la Junta Vecinal. Igea se reunió en el Ayuntamiento con los responsables públicos por la tarde para garantizar el cumplimiento de la ley, como no podía ser de otro modo. Para el vicepresidente, ese cumplimiento no es negociable, por lo que las exhumaciones deben realizarse. Ana Gaitero publicó en Diario de León un día antes de la visita de Igea este obituario, titulado El último hijo de los fusilados de Villadangos, que tenía año y medio cuando su padre fue asesinado y ya no podrá seguir esperando su "vuelta de tan largo "paseo". Esta democracia ha sido muy injusta y cruel con todos los hijos, hijas, hermano y hermanas de los vencidos que fueron enterrados por sus verdugos en fosas y cunetas. Ya no les quedan hijos a los fusilados en Villadangos y hay quienes todavía pretenden que la ignominia de aquellos crímenes siga enterrada en el olvido. Como dice Ana en un comentario añadido esta mañana al texto que sigue, "Rufino no llegará a ver si su padre o los restos de otros fusilados aparecen en Villadangos. Ojalá lo consigan todas las familias, nietos, bisnietos, sobrinos, cada vez son más, que han decidido poner fin a 85 años de olvido en Villadangos. Y que, por fin, Rufino vuelva con los suyos al panteón familiar de Vegas del Condado donde hoy, a las cinco de la tarde, será el entierro de su hijo, el último hijo de los fusilados de Villadangos". Su nombre y su espera representan la de miles de otros familiares de las víctimas de la represión franquista enterradas sin nombre, que a lo largo de las últimas décadas fueron ignorados por los gobiernos de uno y otro signo:


«¡Se nos agota el tiempo!», Rufino Juárez García, de 86 años, llevaba colgado del cuello el epitafio dedicado a su padre sobre la lápida de una tumba de Vegas del Condado a la que quería llevar sus restos junto a los de su madre: «Y seguimos esperando tu vuelta de tan largo ‘paseo’». Rufino tenía 18 meses cuando se quedó huérfano de padre, Rufino Juárez Fernández. Este labrador y vocal de la Junta Vecinal de Vegas fue detenido por falangistas junto a Epifanio Llamazares y Sixto Rodríguez, tras presentarse en el cuartel de la Guardia Civil, como requirieron a su esposa, el 21 de octubre de 1936. A la noche siguiente era ‘paseado’ en Villadangos y enterrado en el cementerio de este pueblo en las fosas comunes que fueron abriendo para dar cabida, junto a las tapias, a las 71 personas que, según consta en el Registro Civil, cuyos cadáveres fueron trasladados al camposanto desde el monte donde era ejecutados. El pasado 10 de agosto Rufino volvió al cementerio en busca de memoria y dignidad para su padre, junto a otros familiares de fusilados. «No pude venir, por miedo, hasta que tuve veintitantos años», recordaba. Aquel día tener la esperanza de poder cumplir su deseo y de las otras familias, pero era consciente de que el tiempo corría en su contra, como le dijo al alcalde, Alejandro Barrera, en la reunión que mantuvo con las familias. En las vísperas del concejo que negó ilegalmente el derecho a las familias, Rufino se debatía entre la vida y la muerte en el hospital. Estuvo ajeno al ruido y tampoco pudo disfrutar de que, al fin, se impusiera la cordura en Villadangos. Las otras familias y la ARMH esperan cumplir el deseo de Rufino, que hoy será enterrado en Vegas del Condado en la tumba donde espera que termine el largo ‘paseo’ de su padre. Allí le esperará.

Léase@también: A Rufino se le agotó el tiempo, por Olga Rodríguez.

     DdA, XVII/4937     

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