viernes, 10 de septiembre de 2021

LA DERECHA Y LA HOMOFOBIA



Félix Población

La difusión de la agresión homófoba en el barrio de Malasaña de Madrid corrió a cargo de los medios de comunicación, como corresponde a una noticia de actualidad que, por desgracia, se viene repitiendo con más frecuencia desde que se sienta en el Congreso un partido de extrema derecha. 

Que la derecha se sirva a posteriori de la denuncia falsa del joven agredido para revolverse una vez más contra el Gobierno, la izquierda y el periodismo progresista, denota hasta qué punto padecemos una derecha arrimada al extremismo de Vox. Ni el Gobierno, ni la izquierda, ni los periodistas de esos medios difundieron un bulo. Se limitaron a dar a conocer una denuncia que estaba en proceso de investigación policial, tal como hicieron los medios de comunicación conservadores. Es más, Vox llegó a sugerir sin prueba alguna que los agresores del joven eran inmigrantes. 

Lo cierto es que hay una real coincidencia entre las agresiones homófobas y el retorno de la extrema derecha a la política española, y esto es lo que debería preocupar a una derecha moderna, democrática y tolerante, equiparable a las de otros países europeos de nuestro entorno. No parece que la tengamos ni que vayamos precisamente hacia esa posibilidad. No hace falta recordar la resistencia del Partido Popular hace años, echando mano de los obispos pancarteros, a la ley del matrimonio homosexual.

Antes al contrario, en el porvenir se avizora una pugna por el liderazgo en el partido Popular que podría decantarse a favor de quien está ensayando en la comunidad de Madrid el gobierno de coalición con la extrema derecha que podría darse en España, y eso sería equivalente a lo que está ocurriendo en Polonia o Hungría. Dense una vuelta informativa por allí.

Crece la homofobia en nuestro país porque desde los escaños del Congreso una formación política propala un discurso extremista que siembra la misma prédica de otras que la precedieron en la historia. Negar el incremento de esa violencia porque la denuncia del joven de Malasaña haya sido falsa, podría compararse a negar el terrorismo cuando un concejal del Partido Popular de Jaén mintió al decir que había sido secuestrado por ETA. Ocurrió en 1998, cuando ETA seguía matando. 

"El relato de la extrema derecha reconforta a hombres enfadados con los avances feministas y LGBTI”, dice hoy la socióloga Beatriz Ranea en El Diario.

     DdA, XVII/4946     

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