miércoles, 25 de agosto de 2021

HILDA FARFANTE, PEDRO FAUSTO CANALES Y MILLÁN ASTRAY



Félix Población

Escribíamos el pasado mes de febrero un artículo publicado en InfoLibre en el que decíamos: Pedro Fausto Canales Bermejo nos muestra una entrevista que le hicieron en el diario El Mundo, publicada en 2004, cuando tenía setenta años de edad. Canales Bermejo nos informa que su madre falleció al año siguiente a los noventa y ocho. Añade asimismo que su tía, única testigo presencial del drama que tuvo lugar en la localidad abulense de Pajares de Adaja, murió hace dos semanas a los noventa y nueve años, sin haber podido tener noticia de la exhumación de los restos mortales que se contienen en la caja 198, ubicada en la cripta de la capilla del Sepulcro del llamado Valle de los Caídos. Se trata de los huesos de su cuñado Valerico, padre de Pedro Fausto Canales Bermejo, y de los de quienes fueron asesinados en el verano sangriento de 1936 en la citada localidad: Celestino Puebla Molinero, Emilio Caro García, Flora Labajos Labajos, Pedro Ángel Sanz Martín, Román González Enrique,
Valerico Canales Jorge, Víctor Blázquez del Oso.

Pedro Fausto es compañero en esa búsqueda de Hilda Farfante, que ha cumplido ya noventa años de edad y espera algún día encontrar los restos mortales de sus padres, maestros republicanos asesinados en dos aldeas próximas a Cangas del Narcea. La búsqueda llevada a cabo recientemente  en las localidades de Vega de Rengos y Bimedad, por donde tantas veces circuló en bicicleta quien esto escribe hace ya muchos años, no dieron resultados positivo, por lo que Hilda sufrió la lógica aflicción. 

El mes que viene se cumplen 85 años de esos crímenes del régimen que mantuvo durante cuarenta años una dictadura cruel en este país y no quiero que falte mi abrazo solidario tanto para Pedro Fausto como para Hilda, a quienes vemos en la imagen  con toda la pujanza de quienes se comprometieron en la dignísima lucha de inhumar con el honor que merecen a quienes les dieron vida. Gente como ellos honran con su proceder el que movió a sus padres en su lucha por la libertad.

Frente a ellos sigue estando el proceder del Ayuntamiento de Madrid reponiendo en el callejero de la ciudad el nombre del general felón Millán Astray, tal como ocurrió durante la dictadura, en sustitución precisamente del que por muy pocos años recordaba precisamente a una maestra represaliada de la Institución Libre de Enseñanza: Justa Freire. El uno abominó de la inteligencia, según demostró en su enfrentamiento con Miguel de Unamuno en Salamanca el 12 de octubre de 1936, y la otra la cultivó, como hicieron los padres de Hilda hasta que los asesinaron.

     DdA, XVII/4929     

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