lunes, 12 de julio de 2021

NUEVAS MINISTRAS Y MINISTROS: NO ES NECESARIO PERDER LA PIEL, BASTA CON NO ARRUGARSE


Paco Faraldo

“Me dejaré la piel en mi nuevo cometido”, proclaman al unísono y con escasa originalidad las nuevas ministras y ministros, mientras el presidente sobreesdrújulo (“réjuvenecimiento”, “dígitalización”, “éxperimentados”) entona los ditirambos con que unge a los neófitos. Mientras tanto, los cesantes acogen deportivamente su salida aunque, probablemente, alguno de ellos planea ya el momento de su venganza si las cosas se torcieran para el nuevo gabinete.

La reforma laboral, el paro, la energía, la vivienda, la modernización del aparato del estado...asuntos en los que de nuevo chocarán las dos almas que, dicen los escolásticos, habitan en el cuerpo del gobierno. Hay que hacer cosas, ya no se trata de sobrevivir capeando el temporal y defendiéndose de las tarascadas de una oposición montaraz y permanentemente levantada de los cuartos traseros: se trata de hacer las tareas pendientes y ya nadie podrá escurrir el bulto porque, cuando comencemos a hacer esas cosas, será el momento de la identificación ideológica. Caerá el maná europeo y según el orden en que coloquemos lo que falta por hacer, esa identificación quedará aún más clara que hasta ahora. Habrá que poner el patio en orden y repartir en función de las necesidades, no de los privilegios o de las presiones. Ya no valdrá solo la gestión. Si la izquierda real quiere desempeñar el papel que la situación histórica le exige ha de olvidarse de aquella desgraciada definición que afirma que la política es el arte de lo posible. Nos vienen entreteniendo con eso desde los años 70. Debe arriesgar.

Por lo tanto, cúidense el pellejo los que entran y los que ya estaban, que el sol aprieta. Pero no es necesario perder la piel. Lo que necesitamos es que no se arruguen.

DdA, XVII/4891

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