domingo, 11 de julio de 2021

FALSOS DEBATES: HAY QUE COMER MENOS CARNE Y PUNTO


Félix Población

Determinados medios de comunicación que todos conocemos, además de competir con las redes sociales en buscar la audiencia por la audiencia como sea y deberse más al periodismo/espectáculo que a la información con rigor, también se encargan de fomentar debates espurios a partir de una interpretación sesgada o tergiversada de la actualidad, sobre todo si a esos medios les interesa esa manipulación en razón a la fuente de la noticia.

El ministro de Consumo Alberto Garzón, uno de los que más discretamente está llevando su departamento -sin atreverse a disciplinar como debería el problema del juego en España-, hizo esta semana una seria llamada de atención concorde con la de la Organización Mundial de Salud. Esto es, que en nuestro país consumimos un kilo de carne a la semana por habitante y eso es por lo menos el doble de lo que deberíamos ingerir. Es preciso, por lo tanto, reducir el consumo de ese producto, sin que el ministro dijera para nada que se dejara de consumir.

Esa reducción, desde un punto de mira personal y egoísta, es algo que incumbe a nuestra salud, por las enfermedades que comporta el exceso, pero también afecta al planeta y sus ecosistemas, cuya salud es cada vez más deficiente, siendo la única casa habitable de la que disponemos. Los expertos han alertado estos días de que es probable que más de 1.000 millones de animales marinos de la costa canadiense del Pacífico hayan muerto a causa de la última ola de calor récord.

Datos así están a disposición del respetable, por lo que si este se hiciera respetar debería sentirse llamado al bochorno y rechazo de manifestaciones como las del jefe de la oposición, remedando al Aznar más tabernario a propósito del consumo de vino, o las del Page manchego, despreciando y manipulado con desfachatada inercia anticomunista las palabras del ministro.

En cuanto a la manifestación del presidente del Gobierno, intentando ridiculizar a uno de sus ministros, me parece lesiva para su persona y deja muy tocada la seriedad de una de las propuestas que conforman su Plan para España 2050, donde se hace constar que “distintos informes indican que el consumo de carne de la población española es entre dos y cinco veces superior al recomendable”, por lo que será necesario “reducir el consumo de ciertas materias primas y productos”. No caben por lo tanto chacotas como la de Sánchez: “Se lo diré en términos muy personales: a mí, donde me pongan un chuletón al punto…. Eso es imbatible. Gracias”.

Eso, remedando también al Aznar vinatero, es hacerle el juego a los interesados manipuladores de la noticia, además de poner en entredicho los programas que Sánchez dice defender -en detrimento una vez más de la coherencia del Partido Socialista- y dejar mal a un miembro de su propio ejecutivo, quien solo se limitó a ser coherente con los requisitos para que la salud humana y ambiental del planeta no vayan a peor.

Por si eso no fuera suficientemente lamentable, más lo es si se repara que estos falsos debates se suscitan cuando se tienen pendientes importantes asuntos que competen a la agenda legislativa en curso. Ahí siguen la derogación de la reforma laboral del anterior gobierno, el incremento del salario mínimo, la Ley de Vivienda y la olvidada y repudiable Ley Mordaza,  sobre cuya vigencia no se sabe la prolongación que puede tener.

La última hora DdA, XVII/4890

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