Javier Gallego
En los últimos días, el hiperactivo Casado ha ido por
enésima vez a Bruselas a boicotear las ayudas europeas a España, ha anunciado
un recurso contra los indultos, ha presentado otro contra la ley de eutanasia y
ha faltado al acto por las víctimas del terrorismo en el Congreso, todo con el
objetivo de atacar al Gobierno. Dice que Sánchez es un traidor y un felón, pero
es él quien traiciona a su país ante Europa, torpedea los fondos de
recuperación, se opone al único intento de arreglar el conflicto catalán, abandona
a las personas que desean una muerte digna y ofende a parte de las víctimas en
el Parlamento. El felón es Casado.
El "traidor a la patria", que
tanto usan nacionalistas y patrioteros para apropiarse del país y echarnos
fuera al resto, me da grima de puro rancio casposo, pero ya que el PP ha
decidido desempolvarlo, me veo en la obligación de aplicarlo a quien mejor se le
ajusta: la derecha que tanto dicen defender la nación, pero sólo la usa para
ocultar sus propios intereses, como decía Samuel Johnson de los falsos
patriotas. La patria, último refugio de los canallas, escribió para referirse a
personajes como Casado, Abascal, Ayuso y Aznar, el rey felón detrás de estos
felones.
Dice Aznar que hay que apuntar (con arma o bolígrafo, no lo especificó) a
quienes están a favor de los indultos para no olvidarse de quienes humillan al
país. Es paradójico y parajódico que
critique la medida de gracia el presidente que indultó a 15 presos de Terra
Lliure y a los cabecillas de los GAL. De traca que el PP se oponga al
acercamiento de presos de ETA y acuse al Gobierno de pactar con etarras, cuando
Aznar acercó casi 200 terroristas y se sentó a negociar con la banda a la que
llamó Movimiento Vasco de Liberación.
Tampoco es de rigor que tengamos que
seguir escuchando lecciones del presidente que nos metió en la invasión ilegal
de Irak que provocó la destrucción del país, más de 1 millón de civiles muertos
y el nacimiento del ISIS, el presidente que nos mintió sobre las armas de
destrucción masiva y sobre los atentados del 11M, el presidente con el que
empezó la burbuja inmobiliaria y la corrupción del PP. Aznar es un Gran Felón
del Reino. Compite en felonía con El Campechano, González y Pujol.
Ahora quiere reunir a su manada en una
única ultraderecha, incluido Ciudadanos. Un felón para unirlos a todos. Ha
puesto a sus cachorros a rugir. Casado pide la dimisión del Gobierno, Abascal
amenaza con otra moción, Arrimadas la secunda y Ayuso hace oposición desde
Madrid. Tienen prisa por hacer caer a Sánchez ahora que la pandemia se acaba y
se anuncian o aprueban acuerdos por las pensiones, mejoras sociales, ampliación
de derechos, bajada de la luz, subida de salarios. No quieren el bienestar de
los españoles. Quieren que caiga España para recoger los pedazos.
Pero van en dirección contraria a la
Historia. Mientras Estados Unidos derrota a Trump, Europa rechaza a Orbán y
Francia da la espalda a Le Pen, la extrema derecha española imita a los tres.
El mundo les está dejando atrás, aquí también lo están haciendo hasta los
suyos, desde empresarios a obispos. Están tan pasados de rosca que han renegado
incluso del rey Felipe VI al que llaman Felpudo VI. Hay que seguir avanzando
para que el rugido de estos felones acabe siendo un triste maullido lejano.
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