Félix Población
Con
algo de retraso sobre la fecha de fundación de la Legión Española, que data del
28 de enero de 1920, el alcalde de Madrid ha anunciado la erección de un gran monumento al llamado originalmente Tercio de Extranjeros,
cuyo nacimiento se debió a la necesidad de hacer frente a la llamada Guerra del
Rif, un conflicto colonial de crueldad suma por parte y parte, para el que no
estaban preparadas las tropas de reemplazo, que perdieron la vida por millares.
En 1934, con motivo de la revolución de octubre en Asturias,
la Legión intervino en aquella región para reprimir de modo harto cruel a
quienes se habían sublevado contra el gobierno conservador de la segunda
República, con un balance final de víctimas mortales que ronda los dos mil por
parte de los sublevados. Aquello fue el prólogo a la atroz actividad represora
llevada a cabo por sus 18 batallones en la Guerra Civil, junto a las tropas
regulares africanas, y cuya participación a favor del bando sublevado fue de
suma importancia para su victoria final.
Debe citarse una vez
más, como episodio más notorio de brutalidad a cargo de los más de dos millares
de legionarios que marcharon al mando del coronel Yagüe, la conquista de
Badajoz, una página de barbarie de las más sangrientas en la historia del
conflicto, si no la mayor, en la que miles de personas fueron asesinadas, con
un escenario marcado sobre todo por la tragedia: la plaza de toros de la
ciudad, un lugar que el ex presidente de la Junta de Extremadura Rodríguez
Ibarra derribó durante su gestión, impidiendo con ello que fuera erigido como
el más que merecido lugar de la memoria. Se calcula que fueron 4.000 los
ejecutados, lo que en el Badajoz de entonces representaba el 10 por ciento de
la población.
Los hechos fueron
denunciados en 2007 como genocidio, pero la denuncia no siguió adelante ante la
Audiencia Nacional, alegando que habían muerto los máximos responsables de la
masacre. El total de personas asesinadas en la provincia pacense se cifra en
6.000, como consecuencia del paso de la llamada Columna de la muerte del
coronel Yagüe, según la califica el historiador Francisco Espinosa en el
documentado libro del mismo título.
Yo no sé a lo que
llegaremos si en la ciudad de Madrid, capital de un estado democrático, se
erige un monumento a quienes cuentan en su historia con esos antecedentes desde
la Guerra del Rif. Se anuncia ese homenaje, además, coincidiendo con lo que
acaba de ocurrir en Alemania, cuyo gobierno
ha reconocido como genocidio los crímenes cometidos por sus tropas
coloniales a principios del siglo XX contra los pueblos Herero y Nama en
lo que hoy es Namibia.
¿Qué será lo próximo
a lo que asistamos en Madrid, bajo un gobierno autonómico que va a contar con
la colaboración de la extrema derecha, después del derribo de los nombres de
los fusilados por la dictadura en el cementerio de La Almudena? Llevados por
esta retroactiva deriva reaccionaria, cabe preguntarse si asistiremos algún día
a la inauguración de un monumento a la Legión Española en la mismísima ciudad
de Badajoz, en la que tantos demócratas fueron masacrados por unas tropas que
se comportaron con sus propios compatriotas con la misma vesania que un
ejército colonial.
*Artículo publicado en La última hora.
DdA, XVII/4861
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