domingo, 11 de abril de 2021

LA VACUNA DEFINITIVA AÚN TARDARÁ



Celso Miranda

Pese al ruido en la superestructura, la vacunación avanza a paso firme. Esta semana, tuve la suerte de acompañar a mi madre, a sus 79 años bien llevados, a poner su primera dosis en el HUCA. Mi mirada crítica (a veces, reconozco, ácida), no encontró donde posarse. El funcionamiento de la organización sanitaria fue rápido, pulcro y ejemplar. Sin fisuras. Y tenía que decirlo: llegué a sentir un punto de orgullo por formar parte de una sociedad que aún mantiene servicios públicos esenciales para el conjunto de la población. Gracias al esfuerzo de trabajadores y trabajadoras de la sanidad y a quienes hacen del pago de los impuestos (tan denostados) una obligación para sí mismos y para quienes los rodean. He compartido, grosso modo, la línea política dura, restrictiva, en cuanto a la pandemia se refiere, del Gobierno asturiano del Sr. Barbón. Me preocupa el anuncio de la flexibilización de esas medidas, esta semana, a instancias del Presidente de la FADE, Belarmino Feito, mano que mece la cuna, alejándose por primera vez de los criterios epidemiológicos, que obligan, en franca contradicción, al endurecimiento de las medidas en el concejo de Mieres, sin ir más lejos. Quienes han alentado la falsa disyuntiva entre economía o salud, apostando arteramente por la primera, se colocan ya, antes del pistoletazo de salida colectiva de la pandemia, en posición privilegiada para copar las ayudas a la recuperación. Los mismos que hacen de la elusión (cuando no directamente fraude) fiscal objetivo principal u oscuro objeto de deseo clamarán ahora contra las subvenciones a quienes ya se han quedado atrás, atacando a lo que denominan despectivamente "gastos sociales". Preveo que la pandemia no nos va a hacer mejores per se. Si en algún momento percibimos trazas de solidaridad colectiva, estas se desvanecen a las primeras de cambio. Una consejera de Murcia que se vacunará sólo si se demuestra la eficacia de la vacuna (que vayan otros delante), la "Happy Hour" continua de Madrid patrocinada por las ansias de poder de Ayuso y su camarilla, o la extrema derecha pregonando odio en forma de racismo, xenofobia, machismo y aporofobia en plena Plaza Roja de Vallecas, con el blanqueamiento de la inmensa mayoría de los denominados medios de comunicación, son señales para mi pesimismo. Tenemos la vacuna para el COVID al alcance de la mano, nos falta ahora la vacuna definitiva. Y creo que, esa, aún tardará.

       DdA, XVII/4815       

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