Lazarillo
Como su propio apellido indica, José Bono debe de tener bono para acudir a La sexta noche -a ser posible en periodo electoral- y utilizar su verba untuosa y su engominada imagen de vendedor de crecepelo en contra del partido que vino a situar a políticos como el mentado en el lugar que les corresponde, muy por debajo del que dejó quien ayer en ese programa fue motivo de sus críticas. Este individuo se atrevió ayer a calificar de pobre la talla intelectual del fallecido Julio Anguita, buscando quizá que Pablo Iglesias, aludido también en ese comentario de modo despectivo al referirse al lloriqueo del líder de Podemos al abrazar un día al comunista cordobés, le respondiera así: "No entramos nunca a los trapos de José Bono. Tiene todo el derecho a criticarnos desde La Sexta. A eso va. Pero que haya dicho de Julio Anguita que era “pobre intelectualmente” me parece indecente. Esa indecencia engrandece aún más el ejemplo, político e intelectual, de Julio". Los niveles éticos entre Bono y Anguita quedan reflejados en este otros conciso y elocuente comentario de mi querido amigo Alejandro Álvarez: "Julio Anguita, cuando dejó el Congreso, volvió a su puesto de profesor. Siempre se distinguió por su honestidad, su coherencia, su capacidad, su brillantez, su dedicación al estudio y su altura ética. José Bono, al abandonar la política, se dedicó al aumento de su riqueza (creando empresas "offshore" en República Dominicana) y a cultivar su imagen externa (implantándose capilares). Ahora, cuando Anguita no está para contestarle, este individuo de baja estofa y anhelos aristocráticos se mueve por los medios intentando desvalorizar la memoria de Anguita. No lo logrará pero tal intento es un indicio más (por supuesto no el único) de su bajo nivel moral". El intelectual queda claro al escucharlo.
Léase@también: Bonos y Anguitas, por Antonio Maestre
@Julio Anguita y sus combates por la historia, por Agustín Moreno
DdA, XVII/4815
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