domingo, 11 de abril de 2021

EL VOTO SANITARIO


Félix Población

Con ocasión del nonagésimo aniversario de la instauración de la segunda República en España, el próximo 14 de abril, y a poco menos de un mes de unos importantes comicios autonómicos en la comunidad de Madrid, me parece adecuado traer a colación el texto de una octavilla editada en la imprenta Gutemberg de Guadalajara el 31 de mayo de 1931.

El texto lleva por título “Mandamientos republicanos” y en el mismo se comprenden los siguientes: El primero, amar a la Justicia sobre todas las cosas; el segundo, rendir culto a la Dignidad; el tercero, vivir con honestidad; el cuarto, intervenir rectamente en la vida política; el quinto, cultivar la inteligencia; el sexto, propagar la instrucción; el séptimo, trabajar; el octavo, ahorrar; el noveno, proteger al débil; el décimo, no procurar el beneficio propio a costa del perjuicio ajeno.

Los dos primeros mandamientos están glosados tal que así en el propio texto: “Quien ama la justicia sobre todas las cosas no hace daño a nadie; respeta los derechos ajenos y hace respetar los propios. Quien rinde culto a la dignidad, se lo rinde a la libertad y a la igualdad; ni avasalla a nadie, mí por nada se deja avasallar; ni reconoce primacías innatas, ni acata privilegios infundados”.

Por resultar obvias las explicaciones de la mayoría de los restantes, sólo me parece destacable resaltar el octavo, donde se preconiza consumir menos de lo que se produzca, “para crecer así los bienes de la Patria y de la Humanidad”, y el décimo, que veda todas las explotaciones del hombre por el hombre, y todas las protecciones legales consistentes en aumentar los provechos de unos a costa de los bienes de otros.

Es de resaltar que el impreso lleva por antetítulo “A todas las buenas personas”, una dedicatoria que creo también podría ser la indicada para llamar ahora a la participación en las urnas el próximo 4 de mayo, al objeto de impedir que las derechas en alianza reaccionaria puedan gobernar en la comunidad de Madrid. A las buenas personas se dirigía aquella República de esperanza contra la que la que las derechas más retrógradas conspiraron y se aliaron desde bien pronto para acabar con los derechos y libertades del régimen del 14 de abril de 1931.

Las buenas gentes son algo fundamental en la encarnadura y regeneración social de cada época. La nuestra lo está necesitando cada vez con más apremio. En plena pandemia y con una acuciante crisis sanitaria y social, un partido de extrema derecha acaba de mostrar en la Plaza Roja de Vallecas su estrategia provocadora, la misma que partidos de similar pelaje tuvieron en el más negro pasado y también en nuestros días en otros países europeos.

El próximo 24 de mayo se cumplen ochenta años del fusilamiento por la dictadura franquista del doctor Juan Peset, pionero en Europa en la lucha contra los virus y bacterias. Hace unos días, un diputado de Vox celebró el cambio climático en el Congreso porque según su criterio así habrá más calorcito y se evitarán las muertes por frío. Parece muy apropiado, por lo tanto, que los vecinos de Vallecas hayan desinfectado su Plaza Roja al día siguiente de la actuación turbulenta de Vox.

Lo que toca el 4 de mayo es sanear la democracia. Para eso es preciso que todas las buenas personas suscriban con su voto la esencia de esos mandamientos republicanos.

*Artículo publicado en La última hora

       DdA, XVII/4815       

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