Vicente Bernaldo de Quirós
Es ya muy socorrido referirse al proverbio oriental ese de que cuando el sabio muestra la Luna con el dedo, el necio se fija en el dedo, para distinguir entre lo superficial y lo importante cuando se trata de evaluar las informaciones que nos llegan desde diversos transmisores y yo recurro al mismo proverbio para poner de relieve que en la recepción de las noticias parecen ser más los necios que los sabios.
Como me imagino que ya sabréis la polémica surgida por la emisión de un programa televisivo en el cual Rocío Carrasco, la hija de Pedro Carrasco y Rocío Jurado, en el que acusaba a su ex marido el ex guardia civil Antonio David de malos tratos continuados, os ahorro la explicación de pormenores y voy directo al grano, porque lo sustancial no es si hubo o no maltrato, que para eso están los jueces, sino qué se busca con la divulgación televisiva de tanta basura.
Partamos de la base de que un delito no llegar a ser tal si no es denunciado ante las autoridades jurisdiccionales y no en un plató de televisión, previo pago, según algunos datos, de una buena cantidad de euros a la denunciante. Que el tipo del tricornio en excedencia sea un maltratador o no viene menos ahora a cuento, porque el chaval también recibe buenos estipendios de la cadena asquerosa.
Pues con este caso anda el personal dividido casi a pochas entre los que afirman que la Rociito es una bendita y los que ponen como un santo al antiguo benemérito al que parece que ha condenado su ex pareja sin presunción de inocencia. Y resulta que ese es el dedo de los necios, porque la Luna es fijarse en Tele 5, que es el canal que emite en fascículos este culebrón, porque en realidad es el canal que más mierda deposita en la HMDI española por metro cuadrado.
Y es verdad que los estúpidos que se tragan estos cotilleos de baja estofa no los ha creado solo Tele 5, sino que su estulticia viene de fábrica y son los que solo se dedican a devorar impunemente las obscenidades que les ofrecen los mal llamados programas rosas. Y no me reprochen que sea tan beligerante con los ignorantes, porque la ignorancia no hay que respetarla, sino combatirla.
Mientras los cortos/as de mente discuten si la mujer o el hombre tiene razón en sus argumentaciones a grito pelado en pleno horario infantil, la cadena de Mediaset pervierte la lucha contra la violencia de género y la convierte en un espectáculo dirigido solamente a hacer c aja y a ponérsela dura a los accionistas de este engendro, para escarnio de lo que se entiende mínimamente por periodismo.
Si no fuera un activista en favor de la libertad de expresión, venga de donde venga, no dudaría en poner en marcha un mecanismo de manifestación nacional para que a Tele 5 le cierren el grifo de su emisión televisiva. Como lo soy, me autoimpongo la censura de no exigir la censura de los demás, pero creo conveniente advertir que las televisiones privadas son servicios públicos por concesión administrativa del Gobierno y para que a la antigua cadena de las mamachichos le dieran una licencia fue preciso que otros proyectos televisivos quedaran al margen.
Por tanto, ojo al parche, porque la idiotización de los españoles es un atentado brutal contra el derecho a la información y a la cultura y quienes impulsen este degenerado modo de actuar están socavando principios fundamentales de la educación pública. Y sí, a esas cadenas que nos llenan de mierda a todas horas con programas estúpidos propios de retrasados mentales, aunque sean muy mayoritarios, es bueno que los apuntemos públicamente para que sepan que nosotros miramos a la Luna y no al dedo. Y nos agradaría reenviarles la mierda que nos lanzan por los aparatos con un lacito que les recuerde que la prostitución no es un modo de informar, sino de degenerar. Ay si en España existiera a escala nacional un Consejo de lo Audiovisual que pusiera a cada uno en su sitio.....
DdA, XVII/4813
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