jueves, 8 de abril de 2021

VOX NO TUVO VOZ EN LA PLAZA ROJA DE VALLECAS


Félix Población

José Manuel Franco Pardo, el mismo que autorizó una manifestación profranquista el pasado 28 de marzo con motivo de la entrada en Madrid de las tropas sublevadas en julio de 1936, permitió ayer una convocatoria de Vox en la llamada Plaza Roja de Vallecas, que si la llama así el vecindario no es porque se la identifique precisamente con la extrema derecha.

Me parece que la Delegación del Gobierno (progresista), la misma que suspendió manifestaciones feministas o ecologistas el pasado mes de marzo por la pandemia, jugó ayer temerariamente con fuego, porque lo que perseguía de modo expreso la extrema derecha ayer en el corazón de Vallecas no era solo una más de sus prédicas reaccionarias, racistas y xenófobas, sino la provocación por la provocación, con el riesgo de que de esa provocación se derivaran incidentes graves que un organismo como la Delegación del Gobierno debe evitar.

Cuenta Antonio Maestre en su crónica: "La protesta de los vecinos contra la presencia de los posfascistas de VOX en su barrio transcurría de manera pacífica a pesar de las múltiples provocaciones que los militantes de VOX realizaban detrás del cerco policial hasta que Santiago Abascal decidió que lo que allí ocurría no era suficiente para victimizarse frente a la opinión pública con sus colaboracionistas mediáticos. El líder de VOX intentaba hablar, ayudado de una megafonía que impedía que su voz se oyera a más de diez metros ahogada por las proclamas de los vecinos. "Abascal, ponte a trabajar" se oía, cuando, de repente, todo se desmadró"

Para evitar esa posibilidad lo razonable habría sido que Vox no celebrara su convocatoria en el lugar en el que lo hizo, sino en cualquier otro ámbito cerrado que preservara el desarrollo íntegro del mitin sin ningún tipo de problemas. Claro que eso hubiera impedido que sus protagonistas sintieran ayer la épica de enfrentarse al enojado vecindario detrás de un cordón policial de 200 agentes. Lo hizo el líder del partido, ante la imposibilidad de que el mensaje xenófobo y racista de Vox se dejara escuchar en medio del griterío de la plaza. “Abascal se ha bajado del escenario -leemos- y se ha encarado con los vecinos y vecinas presentes, lo que ha provocado una carga policial que se saldó con trece heridos y la suspensión del mitin por los cantos incesantes contra la formación ultraderechista”. Esto es, Abascal rompió el cerco policial para que sus guardaespaldas empujaran a los manifestantes con la protección de la policía.

A los diez minutos de iniciado el acto, Vox no tuvo voz en la Plaza Roja de Vallecas y sus dirigentes tuvieron que abandonar el barrio, a la espera de lo que la Delegación del Gobierno (progresista) en Madrid decida para una próxima ocasión, cuando ya ruede la campaña electoral y ese partido pretenda repetir la faena. Es de esperar que el citado organismo tenga en cuenta lo que pueden comportar autorizaciones de este tipo. 


Durante el Apartheid, a nadie del Partido Nacional de Sudáfrica se le hubiera ocurrido ir al centro de Soweto a presentar sus más de trescientas leyes para legalizar el racismo en aquel país. Hoy, sin embargo, los verdugos saben la importancia de aparentar ser las víctimas. Son lobos que van a hablar de las ventajas de su programa político al barrio de los corderos, sabiendo que su beneficio no está en la convicción. Santiago Macías





   DdA, XVII/4813   

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