lunes, 15 de febrero de 2021

YA TIENE CATALUÑA LO QUE HA BUSCADO: LA EXTREMA DERECHA



Félix Población

Se esperaba que la candidatura del ex ministro de Sanidad tuviera buena aceptación en Cataluña. A su gestión de la pandemia –ni mejor ni peor que la de otros colegas europeos -, unió la discreción y educación con la que se desenvolvió siempre a lo largo de su labor, eludiendo siempre la disputa airada por motivos políticos. 

Ese mismo y amable estilo lo llevó a la campaña electoral catalana, en la que se dieron pugnas abiertas tanto entre la derecha española como entre los partidos independentistas. El resultado de esa trayectoria de Illa, en pro del diálogo y el afecto -según sus propias palabras- ha sido la victoria, por más que el secesionismo vuelva a estar a punto de gobernar en aquel país, donde casi la mitad del electorado se quedó en casa, posiblemente el no secesionista.

Se puede pensar, gracias al ex ministro socialista y a su triunfo en las urnas -por apretado que sea-, que la cuestión catalana tiene aún arreglo, si se considera -sobre todo- que ha sido Esquerra Republicana la segunda fuera política y no Junts per Catalunya, cuya aptitud para el diálogo está lastrada por la sombra tutelar de su líder ausente. 

Quienes se empecinen desde el independentismo en seguir la estrategia aplicada en octubre de 2017, conocida por el DUI (declaración unilateral de independencia), deberían reparar en que gracias principalmente al virus del nacionalismo radical -espoleado desde el gobierno central con actitudes represivas totalmente repudiables- ya tienen en Cataluña a la extrema derecha  sentada en el Parlament, superando en escaños al Partido Popular y a Ciudadanos juntos. 

Era lo que cabía esperar -quizá no hasta los once diputados- después de que más de medio centenar de diputados de Vox se sentaran en el Congreso de la carrera de San Jerónimo. Ya tiene Cataluña, en la casa de todos los catalanes, lo que el independentismo cerrado al diálogo ha venido buscando. Tanto la forma de proceder de estos partidos como la de la extrema derecha españolista obedecen a un axioma de todo punto condenable en democracia: cuanto peor, mejor. Falta saber a qué se atiene el Parlament salido de estas elecciones. Más de lo mismo sería sumamente grave y hasta insoportable.

*Artículo publicado hoy en Infolibre: Cuanto peor, mejor: ya está Vox en el Parlament

      DdA, XVII/4762      

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